En la ciudad de Ceuta hay personas que viven por y para el fútbol. Una de ellas es Santi Tirado, un caballa que ama el fútbol de su ciudad por encima de muchas cosas.
Empezó a entrenar con 17 años con su padre, el famoso Antonio Tirado ‘Antonati’, otro amante de este deporte en la ciudad autónoma. “Aprendí mucho de él, siempre le ayudaba y poco a poco me vio que era capaz de llevar un equipo, y fue con esa edad cuando llevé un equipo sólo”, recuerda Tirado. Sus primeros ‘pinitos’ como entrenador fue en las paredes del polideportivo del Manzanera.
Santi lleva esta barriada en el alma y se le nota al hablar de ella cómo echa de menos los partidos que dirigía como técnico y todo lo que hizo por el fútbol ceutí. Tirado echa la mirada atrás y explica cómo era gestionar el fútbol de antes con el de ahora.
“Antes no te ayudaban las entidades, a mi padre le costaba dinero realizar los partidos ya que era él mismo quien pagaba los taxis o autobuses para ir con el equipo a jugar un partido. Ahora en cambio, los clubes si te ayudan”, argumentó Tirado sobre esta faceta de hoy en día en el fútbol.
De hecho, “fue en la barriada de San Amaro cuando fuimos a jugar un partido que cogimos tres o cuatro taxis con todos los niños y sacamos el partido adelante, era otro fútbol”, indicó el ex-entrenador.
Santi en su posición como entrenador sacó muchos jugadores de las categorías infantiles, alevines y benjamines. “Yo era el que siempre ayudaba en todo”, subrayó Tirado pero hace referencia a una de las cosas más importantes que tiene el fútbol: “Por encima de todo, formábamos a los chicos como personas”, destacó.
Toda la familia Tirado era de San Amaro excepto el protagonista de esta historia, quien empezó en Manzanera a dar sus primeras órdenes como técnico y fue con “la ayuda de un patrocinador como Salvador Guerrero que nos dio ropa deportiva para entrenamientos y partidos, gracias a él pudimos ir equipados”, afirmó Tirado.
Esas ganas, cree Tirado que “antes sí se tenían más que en el fútbol actual”. Cree también que “se ha perdido esas ganas y que ahora si el entrenador no pone al jugador ya va con otras ganas al entrenamiento; antes si pasaba eso, el futbolista era el primero en venir a entrenar”, afirma Santi.
A las espaldas de esta entrevista y en las paredes de la pista de Manzanera, figura un grafiti espectacular en honor al padre de Santi, ‘Antonati’, algo que Tirado agradece a Paco García, presidente de la barriada.
“Un día me llamó y me dio la sorpresa, mi padre siempre era el encargado de estas instalaciones, las abría y cerraba, siempre le ponía muchas ganas a este barrio”, recuerda Tirado. A su padre Antonio, “le paraban por la calle y le saludaban y le decían que podía haber jugado perfectamente en Primera División”, cuenta Santi, afirmando que su padre era muy buen jugador de fútbol.
Santi también ha heredado esa pasión de su padre. De hecho, como a su progenitor, “me paran por la calle y me saludan. Recordamos muchas anécdotas del fútbol de Ceuta”, finaliza Tirado quien destaca que para el lo más importante de su paso por el fútbol es que “la gente me quiere”.
Santi Tirado afirma que era buen jugador de fútbol, como su padre, pero tuvo reuma con una edad muy joven lo que le mantuvo postrado en una cama un año, por ese motivó se apartó de los terrenos de juego. A raíz de ahí “mi padre me decía que fuera con él a entrenar y todavía recuerdo que enfrente de mí había entrenadores de 50 o 60 años y yo era el más joven”, destacó Tirado.
Un entrenador de clubes en la ciudad, en la mayoría de casos pasa por la selección de Ceuta para dirigir a los mejores jugadores pero eso es algo que Tirado no realizó, “ni me lo propusieron ni me llamaba la atención”, explicó.
Cuenta que su paso por el Ceutí fue “espectacular, y ese equipo era mejor que el de la selección, ganamos muchos campeonatos y eran muy buenos jugadores”, subraya Santi, quien cuenta una anécdota en una semifinal de un torneo que se enfrentó a su padre: “Mi padre era entrenador del Manzanera y yo del Ceutí y en ese torneo me eliminó”, recuerda Tirado entre risas. Su etapa en el Ceutí fue colosal ya que logró varios campeonatos nacionales.
Santi Tirado desgrana cómo se fraguó su fichaje por el Ceutí: “Yo estaba en el Manzanera y vino Paquirri y Mohamed Amara para convencerme de que dirigiera a las categorías inferiores del Ceutí y llevara las instalaciones del club, me ofrecieron 40.000 pesetas, pero era un tren que solo pasaba una vez en la vida”, asumió Tirado.
Además se sincera diciendo que le ocasionó mucha tristeza dejar el club de su barrio pero “era una oportunidad que no podía dejar escapar”.
Otra de las anécdotas que cuenta es que en un partido que jugaron en Cádiz, el actual entrenador del Camoens, Felipe Morante, era jugador del Ceutí; antiguamente a las cinco faltas el jugador era expulsado pues Morante acumuló cuatro y estaba a uno de ser expulsado, entonces “le dije a mi padre que le diéramos descanso y dijo que no”, explica Tirado.
El partido lo iban perdiendo 5-1, pues Felipe Morante se echó el equipo a la espalda y marcó cinco goles para ganar y remontar por 5-6.
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