Sanidad está valorando adoptar medidas de mayor control en el tanatorio, después de que la norma que existe en la actualidad es la que cifra en un tope máximo de 50 personas la asistencia en esta instalación. Esas 50 personas incluye también a los propios empleados del tanatorio, para estar repartidas en las 4 salas con las que cuenta esta instalación situada en la barriada de San Amaro.
La norma de 50 personas se dictó antes del decreto de alarma por lo que desde el área de Sanidad se está trabajando ahora en estudiar una modificación a esta medida para que sea menor el número de admitidos en el tanatorio en base a ese reparto que se hace y se permite por las cuatro salas con las que se cuenta para velar a los difuntos.
Fuentes de la Ciudad han confirmado a este periódico que todo apunta a que se va a modificar este permiso, adoptando una medida más restringida adecuada al estado de alarma que persiste en la actualidad y que llega al extremo de no permitir viajar a dos personas en el mismo coche, por ejemplo.
Además los cementerios están cerrados, salvo en el caso en que se tenga que proceder a un entierro, guardando las medidas de seguridad que están en vigor en todos los demás puntos.
En el sector funerario se extreman las precauciones por el temor a un contagio que puede producirse en los propio velatorios como en las operaciones de traslado de los cuerpos. Es además un sector profesional básico y necesario en la ciudad, cuyos profesionales deben extremar el cuidado al máximo para poder garantizar los servicios que llevan a cabo sin producirse bajas.
En el resto de España se han aplicado medidas extremas prohibiéndose la asistencia a tanatorios para evitar la concentración de personas, en aras a proteger a familiares además de teniendo en cuenta que puede ser un canal directo de contagio al existir una afluencia constante de personas.
De momento la Ciudad Autónoma no ha concretado el periodo en el que puede entrar en vigor los cambios que ya valora llevar a cabo en este tipo de espacios.
Es de puro sentido comun.
Lo contrario seria una gran irresponsabilidad.