Sanidad expedienta a 26 dueños de perros peligrosos en este año

La reyerta del domingo pasado en el Mixto estalló después de un comentario sobre los propietarios de animales de estas razas. Las peleas clandestinas han podido aumentar.

Hay quienes los miran con recelo cuando se cruzan con ellos por la calle. Especialmente en la barriada Pedro Lamata, conocida popularmente como el Mixto. Hace unas semanas, una niña de unos 11 años sufrió la mordedura de un perro de raza potencialmente peligrosa, posiblemente un pit bull, en las inmediaciones del mercado de abastos de la zona.
La Consejería de Sanidad y Consumo no es ajena a esta situación y, en lo que va de año, ha expedientado a 26 propietarios de canes de estas características, uno menos que durante 2009, cuando se decretaron 27 requerimientos por incumplir la legislación que regula la tenencia de estas mascotas. Estos procedimientos abiertos incluyen sanciones en firme, trámites iniciados, cursados y archivados.
Una reyerta en el Mixto, de la cual informó este periódico el lunes, estuvo motivada por un comentario sobre los dueños de animales de estas razas. Un joven de la barriada acabó en el Hospital Universitario con un hachazo a consecuencia del desencuentro en el que participaron tres hermanos, entre ellos, el portador de esta contundente arma blanca, según datos de la Policía Nacional.
Las dudas acerca del cumplimiento de los requisitos para contar con uno de estos perros se encuentran en la opinión pública. Sanidad es tajante y asegura que vela por la aplicación de la ley 50/1999 sobre el Régimen Jurídico de la tenencia de animales potencialmente peligrosos y el Real Decreto 287/2002 por el que se desarrolla la anterior. El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, Seprona, también ha activado las alertas para interceptar a los infractores, pero el auge en la adquisición de estas mascotas implica que los propietarios sin licencia se hayan podido multiplicar.
Residentes en Pedro Lamata, Villajovita o las 108 Viviendas cumplen con el patrón de los protagonistas de la reyerta en el Mixto. Propietarios de entre 18 y 28 años que adquieren estos perros llevados por la “moda” a la que apuntan algunos vecinos a raíz de los incidentes relatados. Sin embargo, según las mismas personas, los “problemas no son más graves porque los perros son más bien cachorros pues la mayoría tienen en la actualidad más o menos un año”.
Sin embargo, esta controversia no sólo se centra en dicha barriada. Como ya infomara este periódico, estos canes han sido utilizados en competiciones clandestinas, las denominadas peleas de perros, las cuales vulneran todos los principios de los derechos de los animales en barriadas como el Príncipe. Una tendencia que, según pudo conocer este diario a partir de varias denuncias ciudadanas, podría haber aumentado en varias zonas de la ciudad.
Agentes de la Policía Local consiguieron detener, en junio de 2009, a un menor implicado en una pelea de perros que se iba a llevar a cabo en Juan XXIII. El detenido, llamado E.E.H., de 16 años,se encontraba en compañía de otro menor, de 14, que se dio a la fuga al apercibirse de la presencia de los agentes.No obstante el detenido se enfrentó a los agentes amenazándoles y echándoles los perros para que les mordieran.
Las razas estipuladas por ley como potencialmente peligrosas son pit bull terrier, stafforshire bull terrier, american stafforshire terrier, rottweiler, dogo argentino, fila brasileiro, tosa inu y akita inu, así como sus cruces. Además, todo aquel que protagonice un episodio de agresión a otro animal o persona, sea de la raza que sea, Sanidad le obliga a tener la licencia correspondiente.
Las características de esta categoría de animales de compañía es la fuerte musculatura; el aspecto poderoso; robusto; la configuración atlética; la agilidad; el vigor y la resistencia. Aquellos canes de marcado carácter y gran valor se incluyen en esta tipología, contemplando aquellos de pelo corto, el perímetro torácico comprendido entre 60 y 80 centímetros, altura a la cruz entre 50 y 70 centímetros y peso superior a 20 kilogramos.
Estas mascotas presentan cabeza voluminosa, cuboide, robusta, con cráneo ancho y grande y mejillas musculosas y abombadas. Sus mandíbulas son grandes y fuertes, la boca robusta así como ancha y profunda. El cuello es ancho, musculoso y corto; tiene un pecho macizo, ancho, grande, profundo, las costillas arqueadas y el lomo musculado y corto. Las extremidades anteriores paralelas, rectas y robustas y extremidades posteriores muy musculosas, con patas relativamente largas formando un ángulo moderado.
La experiencia de ceutíes con estos animales potencialmente peligroso se encuentran alojadas en internet en direcciones www.youtube.com/user/Americanceuta#p/a/u/1/GelufpLvtkw (titulado lucha);www.youtube.com/user/Americanceuta#p/u/4/O4DZUZh5MEQ (llamado american stanford contra pitbull) así como en www.youtube.com/user/Americanceuta.

Tener estos animales obliga a cumplir una serie de requisitos

La documentación requerida para la obtención de la licencia para tener un perro potencialmente peligroso o tras el periodo de cinco años desde la primera consiste en una fotocopia del DNI; un certificado de antecedentes penales; una fotocopia de la cartilla de vacunación y/o pasaporte sanitario, en donde se especifiquen los datos y la vacunación antirrábica; una fotocopia de la tarjeta de identificación animal o resguardo de haber abonado la tasa correspondiente en Registro; un certificado médico con validez anual, por el que se determinen aptitudes psicofísicas, proporcionado por los Centros de Conductores; la acreditación de haber formalizado un seguro de responsabilidad civil, por daños a terceros, con cobertura mínima de 120.000 euros (presentar copia de recibo bancario y de la póliza completa en donde figuren los datos del tomador y del animal asegurado); un certificado veterinario oficial, por parte del veterinario clínico, que acredite la situación sanitaria y de agresividad, para emisión de informe a Sanidad Animal. En cuanto a la renovación anual de la documentación, la legislación obliga a presentar, vía Registro General, el certificado veterinario oficial, de su veterinario clínico, informando sobre el buen estado higiénico sanitario del animal y su ausencia de agresividad durante el reconocimiento. Por otro lado, el dueño deberá aportar copia del resguardo de pago anual de la póliza del seguro. En caso de modificar la empresa aseguradora, habrá de incorporar copia de la póliza completa. En casos de compraventa, será necesaria la obtención de licencia general por parte de los vendedores (con los mismos requisitos exigidos en el punto de documentación necesaria).