Las
playas de Ceuta volverán a abrir sus puertas este martes 2 de junio por la tarde. Así lo anunció el consejero de
Sanidad, Consumo y Gobernación, Javier Guerrero, en la rueda de prensa que celebró en la Ciudad Autónoma. Esta decisión se ha tomado bajo la responsabilidad directa de la misma Ciudad Autónoma después de la conversación que mantuvo el lunes por la mañana con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, donde le comentó esta posibilidad y le señaló que el Ministerio prefería no entrar en esa
decisión.
Si quiso manifestar que “si a lo largo de los próximos días detectamos cualquier tipo de incidencia donde por parte de los ciudadanos no se respete la distancia de seguridad no nos temblará la mano y las volveremos a clausurar”. Por esta razón pidió a todos los bañistas que sean “responsables y si observan cualquier tipo de incumplimiento por parte de alguien que no duden en llamar por teléfono al 112 que ya están avisados y le darán prioridad”.
Recordar que
la decisión de cerrar las playas se tomó el pasado viernes, una vez que por parte de las autoridades sanitarias se observó el repunte de los casos positivos, sin embargo “una que vez que los contagiados y sus contactos están perfectamente aislados y en confinamiento no existe ningún problema para que el resto de la ciudadanía pueda disfrutar del baño porque son muchos los ceutíes que quieren acudir a las playas”.
Hasta el próximo día 15 no se abrirá oficialmente la temporada de baño y será entonces cuando habrá presencia de la Policía Local en el arenal y también de los vigilantes que anunció el consejero de Medio Ambiente, Yamal Dris, que se iban a contratar para realizar una labor disuasoria. Sin embargo, dado que hasta dentro de dos semanas no se darán estas circunstancias se está valorando por parte del Gobierno autonómico el adelantar la contratación de estos ciudadanos para que, desde ya, realicen labores de vigilancia.
La Consejería de Medio Ambiente y Servicios Urbanos tiene previsto para este año
la parcelación de las playas con unas técnicas que ya se emplean en distintos municipios de la Península creando unos espacios de unos nueve metros cuadrados para que entre dos o tres personas los ocupen. Luego, entre los espacios creados habrá unos pasillos de unos tres metros de ancho que sirven para la entrada y salida del agua o para que por los mismos se pueda transitar. Por otro lado, a través de un sistema operativo se conocerá, antes de acudir a la playa, el estado de ocupación de la misma.