Miembros de la Casa de Ceuta en Cádiz se reunieron en la playa con motivo de la mítica noche para seguir una costumbre de gran arraigo y tradición
Un grupo de socios de la Casa de Ceuta en Cádiz, como suele ser norma habitual cada año en esta fecha, se reunieron en la playa gaditana para mantener la tradición de la famosa Noche de San Juan, “costumbre que compartimos los caballas con una amplia variedad de comunidades de la piel de toro e islas de la misma soberanía”, señalan.
De tal modo, alrededor de las 21:30 se inició la concentración, esta vez en un lugar más céntrico que en ediciones pasadas, con la intención de estar en zona menos batida por el poniente, llamado en Cádiz ‘el caletero’ o también ‘viento de las caballas’, “viento algo más que frescachón incluso para estas fechas, que tras la puesta del sol hace a más de uno agarrarse al jersey o cazadora”. Allí, con sillas de playa y algunas mesas de idéntico uso, comenzaron a dar buena cuenta de las vituallas y bebidas diversas aportadas por los congregados, “a lo que el fresquito reinante verdaderamente estimulaba”. “Como en todas las ocasiones precedentes, en todas las salidas de la Casa, una gran bandera de Ceuta señalaba ostensiblemente que allí había un grupo de caballas”, dicen con orgullo.
Terminada la consumición de las provisiones justo antes de la medianoche, se procedió al ritual de escribir los papelitos con los deseos y quemarlos en un diminuto fuego dispuesto en un pequeño hoyo, (pues sigue la prohibición de hacer fuego y hogueras en la playas) “seguido de una mojada de pies en la orilla y lanzamiento de piedrecitas hacia atrás y hacia el agua”. Una vez terminado todo el ritual citado, recogieron el equipo dispuesto y abandonaeron la playa, “hasta el año próximo, si Dios lo quiere”, concluyen.