Este domingo han proseguido los cultos en honor a San Antonio de Padua en su ermita, situada en el Monte Hacho, en Ceuta. Los fieles han vuelto a revivir esta cita tras dos años de pausa a causa de la pandemia de la Covid-19. Todos ellos se han envuelto en un ambiente ceremonioso y rindiendo plegarias al Santo. En esta segunda jornada de cultos, la Hermandad ha querido ser agradecida con personas que siempre están arrimando el hombro y que siempre están dispuestas para que la imagen de San Antonio siga creciendo.
Tanto el interior, como los alrededores de la ermita, se han llenado de personas que han permanecido presenciando la homilía que ha estado presidido por el reverendo Reynaldo Paz Cruz, director espiritual de la Cofradía. Tras la eucaristía, la Hermandad de San Antonio, la cual preside Carlos Orozco, ha tenido el gesto de dar una distinción a hermanos que llevan durante años ligado a la cofradía y que han estado visiblemente emocionados recogiendo estas distinciones. Los premiados han sido: el padre Reynaldo Paz Cruz, Teresa Salcedo Ortigosa, María Rosa Pedrajas del Molino, Clara Millán de la Barrera, Cristina Hernández Rodríguez, Francisco Román Pérez, Miriam Hoyos Rodríguez, Emilia Capote González, Pilar Merck Peire, Josefa Martos Ortega y Arturo Fuentes Cabrera.
Eso sí, ahí no ha acabado el turno de detalles y es que la Cofradía de San Antonio es muy agradecida. Tras la misa le han dado un homenaje a María Jesusa de Juan Ortega, la cual lleva vinculada a la Hermandad desde el año 1988, y la cual tiene una gran creencia y es muy devota de la imagen de San Antonio. Orozco le ha hecho entrega de un cuadro que a buen seguro que guardará con cariño esta hermana.
En definitiva un sencillo acto celebrado en la ermita del Monte Hacho, pero necesario para destacar y sobre todo agradecer el trabajo de personas que cada día se entregan para que la imagen de San Antonio no desaparezca y siga teniendo mucho arraigo entre los caballas.