No se suponía lo que iba a pasar. Los datos que se manejaban en las fechas previas a la Navidad apuntaban a un riesgo medio e incluso bajo. No había casi hospitalizados en el clínico y los contagios se habían reducido. Con este panorama la Ciudad decidió levantar en parte las restricciones pero cometió un gran error: confiar en la responsabilidad a la hora de permitir las salidas a la Península sin demostración alguna de que realmente se viajaba para ver a la familia. Cualquier niño chico sabe que la ecuación solo puede dar un resultado: levantas la mano, son fiestas navideñas... va a haber sí o sí más contagios, más ingresos y por tanto, mayor posibilidad de muertes. Si toda una autoridad como Vivas nos dice que esto “no se suponía” y que ni los asesores que tienen veían venir al lobo... tenemos dos opciones: pensar que nos está contando una milonga (cosa que no creo dada la gravedad del tema) o que les pilló el toro, quisieron quedar bien con los bloques de poder y no preparon siquiera una manera de controlar la que se avecinaba más allá de creer en la responsabilidad. No se pueden escudar en que en el resto de España se hizo lo mismo, o en que más o menos el Gobierno central les dejó con el marrón de decidir. Un alcalde y su gobierno están para eso, para tomar decisiones aunque sean impopulares, aunque vayan en contra de lo que hacen otras autonomías. Si los datos eran buenos, había que apostar porque siguieran siendo buenos, no por dejar la puerta abierta para que se nos crezca de nuevo el problema, que es lo que está pasando.
Pero saben lo peor de todo esto. Que siendo lo inteligente adoptar una postura de asunción de responsabilidades, lo que se hace es todo lo contrario: echar balones fuera y buscar, como los niños chicos, excusas con tal de no decir, ‘oye, que metimos la pata’. Vivas no lo hizo, pero es que además hay miembros de su Gobierno que se permiten el lujo de defender lo indefendible con esa mala chulería nacida del no saber ni lo que se está haciendo. Eso es lo peor y eso es lo que más fastidia a la población. Con el coronavirus nadie juega, ni mucho menos se van a buscar flagelaciones de barrio. Pero si algo se echa en falta es que ustedes, los que nos mandan, se bajen unos peldaños de la escalera (hay quienes llevan levitando demasiado tiempo) y aprendan a ser valientes/impopulares/consecuentes con una situación en la que si no hay que salvar la Navidad, no se salva. Como tampoco la Feria, aunque una tiene que estar escuchando todavía que ustedes lo están valorando. ¿Acaso tenemos cuerpo para estar pensando en bailar sevillanas? Piensen más en el común de la población y no en contentar a los de siempre. Después vienen las cagadas.