La
Salvamar Atria con base en Ceuta ha rescatado a dos magrebíes que intentaban alcanzar la Península a bordo de un kayak. El rescate se ha llevado a cabo esta misma noche y la unidad de Salvamento Marítimo ha procedido a desembarcar a la pareja, en buen estado de salud, en el Muelle de España. Los dos jóvenes pretendían iniciar ruta clandestina sin temor a poner en riesgo su integridad física, de noche y sometidos a la inestabilidad de una embarcación que se ha convertido en la supuesta tabla salvadora cuando, en el fondo, puede convertirse en una trampa mortal. El ERIE de
Cruz Roja se ha desplazado hasta el lugar para el reconocimiento a los dos inmigrantes, aplicándose el protocolo en vigor con motivo de la pandemia del
coronavirus. Tras la toma de filiación se procederá a su aislamiento, como se hace con todos los inmigrantes interceptados en la ruta del Estrecho, que son ingresados en pensiones y controlados por la Consejería de Sanidad. Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Portuaria han sido informados de la llegada de la pareja de magrebíes al citado muelle, en donde se encuentra la base de la Atria. Es, el de esta noche, un rescate más que se suma a los característicos de un verano en el que si bien hay menos presión migratoria, la que existe es temeraria. Lo es por la fragilidad de las embarcaciones usadas: kayaks y toys, que son las más fáciles de ser adquiridas por los inmigrantes. Algunos parten de las costas marroquíes con ánimo de llegar a la Península y otros son fugados del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, en donde el colectivo argelino y marroquí protesta por el bloqueo que sufren ya que las salidas a la Península están vetadas para todos ellos, salvo casos puntuales. La inmigración ha vuelto a ofrecer, esta noche, su rostro más complicado, el encarnado por unas personas que lo arriesgan todo con tal de poder escapar de una situación ahora mucho más crítica por la pandemia del virus invisible que azota el mundo.