Sálvame Alemania

El pasado sábado día 6 de septiembre, cuando me encontraba acompañando a mi hijo en la ciudad andaluza de Baeza perteneciente a la provincia de Jaén, junto a la escuela de la Guardia Civil,

mientras intentaba dejar los nervios a un lado en la larga espera para nuevamente encontrarlo junto a mí, desde la siete y media de la mañana hasta la una y cuarto de la tarde, todo un suplicio para un padre, estuve escuchando las conservaciones de unos pocos padres como yo estaban en la mismas condiciones mías, pero que en vez de estar callados empezaron a darle a la sinhueso encontrando muy amena las charlas que mantenían unos con otros, por eso me ha atrevido de transcribir unos párrafos con la mayor seriedad que se merece en todos los casos:
“Mi primer hijo aprobó el año pasado, no es porque sea mi hijo pero el macho es una maquina del estudio, se tiraba horas y horas durante tres años, sin salir a la calle, era una fiera, pero gracias a Dios pudo entrar en la Guardia Civil que es lo que hay hoy en día. Por que fuera lo único hay es soportar los contratos basura que como el hombre dice es trabajar por trabajar porque lo que es el honorario correspondiente es una porquería. Aquí lo único que ganas son los de siempre, los que tienen el dinero los empresarios. Mi segundo hijo el pobre está dentro y es la primera vez que se encuentra con este tomate caliente, que la verdad da mucho repelús, pero como he dicho es lo que hoy en día prima, no hay nada de nada por ahí y menos en nuestra Andalucía, que estamos tocados por la barita mágica del paro”.
“Pues mi hijo es un chaval que me ha salido un estudioso de primera categoría, terminó biológicas hace ya dos años  y después de hacer un montón de master le ofrecieron ir a Alemania. Ese país que antaño recogía a los currantes en paro de España y nos quitaba el hambre a muchas familias y después de pasar muchas penurias veníamos y hacíamos nuestras casitas y  pagábamos las deudas. Pues ese país nuevamente esta siendo el salvador de muchos compañeros de paro y en otras ocasiones como le ha pasado a mi hijo que le invitaron a través de Internet que fuera y que estuviera de prueba durante unos meses y luego le haría un contrato. Pues resulto la mayor estafa que nos habían hecho. Mi hijo con su carita de bueno, vino y me dijo que “papa he conseguido un empleo, pero tengo que ir a Alemania”.
Después de hablar con mi mujer y buscar los “los cuatro cuartos” que puede tener una familia humilde le dijimos que se fuera. Y después de pagarle todo, todo, durante cuatro meses le dijeron que no estaba cualificado para el puesto de trabajo. Una verdadera putada y una impotencia que deparó en buscar una nueva alternativa que ha sido presentarse a esta oposición que se ha trabajado durante los últimos cuatro meses que lleva en España. Esperemos que nos recompensen de las pérdidas que tuvimos en Alemania.