Nadie sabe su nombre, pero es uno de esos canes que uno acostumbra a ver corriendo por el monte o cruzando de manera temeraria la carretera porque alguien, en su día, decidió abandonarlo en pleno Hacho. La pasada madrugada estuvo a punto de morir, tras ser atacado por una banda de siete perros que terminó acorralándolo para morderle de forma salvaje. Mejor dicho, dos mordían: un macho y una hembra de gran tamaño, y sus cachorros, cinco en total, se tomaban el ataque como un juego en el que participar.
El ataque salvaje fue presenciado por unos vecinos del Hacho que se convirtieron en los salvadores del can. Montados en su vehículo consiguieron asustar a la manada, recogiendo de una zanja, a la altura del club Infanta Elena, al perro herido. “Le habíamos visto cómo le perseguían, iban a por él”, narran a este medio. Frenada la agresión surge el siguiente debate: ¿funciona el protocolo para atender perros abandonados?, ¿es mejor preocuparse o mirar hacia otro lado en este tipo de ataques?
Si esta última pregunta se la hiciéramos a la Guardia Civil, habrían contestado que mejor mirar hacia otro lado. O al menos eso es lo que habrían dicho los ocupantes de los dos todoterreno que, pasadas las 3.30 horas de la madrugada, en el momento del ataque, optaron por pasar de largo, sin tan siquiera intervenir asustando a la manada con las luces o dando parte al 112. A este número único de emergencias sí llamaron estos vecinos, que se vieron metidos en un círculo vicioso formado por muchas instancias que hablan, opinan pero que carecen de un posicionamiento claro. Personal de ATISA, empresa que tiene encargada por el Ayuntamiento la recogida de perros abandonados, sí que atendió la llamada, vía 112, de los vecinos. Pero ¿pueden llevarse un perro herido? La respuesta es no, pues el animal quedaría toda la noche en una instalación sin asistencia veterinaria. ¿La Protectora? De madrugada tampoco tuvo capacidad de reacción, así que fueron los propios vecinos los que, por amor a los animales, se tuvieron que llevar el can a su casa, cuidarle las heridas hasta que, ya por la mañana, se le pudo buscar un hueco en la Protectora, donde hoy descansa al menos a salvo. La implicación particular de unos ciudadanos ha cubierto el vacío que hoy por hoy existe ante situaciones como las ahora narradas. Herido en la Protectora, este perro necesitaría de un acogimiento en un hogar para atenderle mejor.
El peligro de los canes abandonados
La presencia de perros abandonados en el Hacho es evidente. De ahí que se esté pensando en organizar nuevas batidas. El abandono de animales da lugar a una nueva problemática. Los canes terminan siendo agresivos por propia supervivencia. Es el caso de los que agredieron a este perro. El cabeza de la manada tiene collar y fue abandonado hace unos meses. Se unió a otra perra abandonada que tiene ya una camada de cinco cachorros. ¿Potencialmente agresivos? El abandono los convierte en eso, de ahí que las batidas sean harto necesarias.