Las salidas procesionales de la Virgen de África

Cuando nuestra ciudad, en estos días, celebre alborozada la Feria en honor de la Patrona, la Virgen de Africa, se me ocurre hacer algunas anotaciones sobre el origen y las connotaciones asociadas al término.

Es curioso como las cosas cambian a lo largo del tiempo. Cosas que en la actualidad nos parecen tradiciones antiquísimas y aceptamos con total naturalidad, no lo son tanto. Es el caso de las salidas procesionales de nuestra patrona. Seguro que casi todos pensamos que el hecho de que la Virgen salga en procesión debe ser algo que hemos heredado de un lejano pasado, pero esto no solo no es así, sino que las procesiones, tal y como las entendemos hoy, son algo moderno y en ese lejano pasado eran algo bastante excepcional. Hagamos un breve recorrido por nuestra historia para ver cómo se desarrollaban estas procesiones desde la llegada de Santa María de África a la ciudad hasta nuestros días.

Sobre la llegada de la Virgen a Ceuta existen varias opiniones. Diversos autores han planteado fechas diferentes en función de los datos que han ido encontrando. Aunque todos estamos de acuerdo en que viene con los portugueses a principios del siglo XV, algunos (como yo) piensan que llega el mismo día de la conquista de la ciudad. Otros proponen fechas algo posteriores.

Gómez Eannes de Zurara fue el guarda-conservador de la Biblioteca Real de Portugal y guardia mayor de la Torre do Tombo (que es el Archivo Nacional Portugués desde 1378) y contemporáneo de los protagonistas de la conquista de Ceuta. Fue el cronista de D. Juan I y de D. Pedro de Meneses entre otros. Juan I fue el rey que organizó y ejecutó la conquista de Ceuta y D. Pedro de Meneses el primer Gobernador de la ciudad. Hoy podemos ver la escultura de D. Pedro de Meneses idealizado, sentado en una fuente del paseo de La Marina, con un bebe en una mano y el bastón de mando en la otra.

En fin, este Gómez Eannes de Zurara, en su Crónica del Conde D. Pedro de Menezes contiene tres citas dedicadas a la Virgen de África:

•la del día 2 de septiembre de 1415: en esta cita cuenta que deja a trescientos de los suyos a defender a la Virgen de África.

•la del 8 de febrero de 1416, cuando después de un combate en Castillejos, regresan a la ciudad y van a Santa María de África a dar las devidas gracias.

•la del 6 de marzo de 1426, después de estar celebrando la boda por poderes del Conde D. Pedro de Menezes, van a la iglesia de África a dar las devidas gracias.

Y este es el motivo por el que yo pienso que la Virgen llega en la conquista. Porque Zurara nos habla de la Virgen de África en un hecho sucedido el 2 de septiembre de 1415. Cierto es que Zurara no estuvo allí y no vivió estos sucesos, pero también es cierto que es la fuente más cercana a los hechos. Él conoció en persona a varios de los conquistadores de Ceuta. Seguro que estas citas admiten otra interpretación, pero esta es la mía.

La primera vez que la Virgen paseó por las calles de la ciudad fue en su desembarco y llegada con los conquistadores y, según Jerónimo de Mascarenhas (escribió una Historia de Ceuta en el siglo XVII), lo hizo entrando por la Puerta de Santa María: Tiene la ciudad quatro puertas; la principal llaman del Campo, i queda ala parte Norte junto al baluarte del Cavallero […]. La segunda es la de la ribera de Santa María llamada así por q´ en ella desembarcó la imagen de Nuestra Señora de África, defiéndese con dos puertas; i sobre ellas está un cuerpo de guardia .

No podemos considerar esto propiamente una procesión, más bien un traslado desde el barco hasta el santuario donde la alojaran. Posiblemente una mezquita menor que se encontraba en el solar de la actual Iglesia de África.

La primera salida procesional propiamente dicha, aunque fuese relativamente corta, pudo ser en 1602, y que fue llamada de Lágrimas y Suspiros.

Al igual que en muchas ciudades de la península, Ceuta va resultar afectada por la terrible enfermedad de la peste levantina que la asolaba. Ante esta aterradora amenaza el pueblo acudió a la Santísima Virgen de África, para que intercediera en su favor y el día 8 de abril de 1602 es trasladada desde su ermita en una gran procesión de lágrimas y suspiros, hasta la Catedral, donde permanecerá, hasta que la enfermedad empieza a remitir el 8 de mayo y cuando la situación se da por superada, la imagen regresa a su templo el 13 de julio, siendo esta la segunda procesión, esta vez, de gracias y alegrías:

Hubo de ausentarse el marqués y le sucedió en el govierno su hermano don Alfonso de Noroña, en cuio tiempo se renobó la peste. Por este motibo el clero y Ciudad, en 8 de abril de 1.602, se lleuaron a la catedral en procesión de lágrimas y suspiros a la milagrosa imagen de Nuestra Señora de África, madre piadosa y refugio de estos ciudadanos. Continuaron las rogatibas y penitencias y en 8 de maio ya se experimentó alguna mejoría y, prosiguiendo las súplicas, se aplacó la ira divina. Y en 13 de julio, en processión de gracias y alegrías se restituió esta sagrada imagen a su antigua ermita .

Fue el año 1651 muy especial tanto para la ciudad de Ceuta como para la historia de la imagen de Santa María de África. El 20 de enero de este año se nombra a la Virgen de África Patrona de la ciudad y se constituye la fiesta del Voto a la misma imagen. A lo largo de la historia, esta ciudad soportó distintas epidemias, pero quizás la que sufrió de peste en 1651 fue una de las más virulentas de las que ha padecido.

Esta situación influyó en la creencia del pueblo y acrecentó su fe en los milagros. Con el convencimiento de que la Virgen había hecho algo milagroso, el pueblo agradecido se ofrece a hacerle un voto o promesa recordatorio anual y a su vez es nombrada Patrona de Ceuta, título que ostenta desde esta misma fecha.

De esta manera Francisco Cuaresma instituye en 1575 la festividad del 5 de agosto, en 1604 se recupera la hermandad y en 20 de enero de 1651, veinte años después que el papa Urbano VIII regularizara el rango oficial de patrón o patrona, la ciudad emite solemne voto público y acoge como patrona «a Virgen Nossa Señora de África, mae do filho de Deus, cuia sancta imagen en sua hermita veneramos todos con particular devocão ».

Con estos datos no podemos asegurar que la Virgen saliese este año de 1651.

En el verano de 1743 reinaba en España Felipe V, el primer Borbón. Su reinado, el más largo de la historia de España, había comenzado de forma convulsa. Carlos II, el “hechizado”, su tío-abuelo, lo había nombrado heredero apenas un mes antes de su fallecimiento con la esperanza de que Francia no fragmentara España. A causa de su nombramiento se originó la Guerra de Sucesión que duró hasta 1713 y finalizó con el Tratado de Utrech. En definitiva, Felipe V llegaba al fin de su reinado (terminaría con su muerte en 1746) y en Ceuta se declaró una epidemia de peste bubónica que duraría hasta septiembre del año siguiente con numerosas víctimas. Para solucionar el problema, entre otras medidas, se habilitó la ermita de San Antonio como hospital de emergencia.

Correa de Franca (escribió una Historia de Ceuta en el siglo XVIII) nos narra cómo el 10 de julio de 1743 se produjo una salida procesional a causa de la peste. Quizás se hayan celebrado otras procesiones, pero si seguimos las informaciones escritas, la última salida documentada antes de esta fue en 1602. Esto son 141 años sin noticias escritas de que haya habido ninguna procesión:

En estas aflicciones se acordó saliese de su casa nuestra protectora y madre la Virgen de África para que, a su vista sereno el cielo, nos enbiase el deseado suabe rocío de la salud. Conbocado el excelentíssimo governador, Ciudad, comunidades religiosas y toda la guarnizión, se dispuso la procesión a las cinco de la tarde del día 10, lleuando en ombros la sagrada imagen los señores prevendados, que se remudaban con otros venerables sazerdotes .

En los próximos casi doscientos años la Virgen no salió en procesión. En 1939, y con motivo de la toma de Madrid por parte del bando nacional, volvió a salir. El 29 de marzo, podemos ver en la portada de El Faro de Ceuta el anuncio de la procesión que tendría lugar ese mismo día, a las seis de la tarde. Tres días después, el 1 de abril, el general Franco emite el famoso último parte de guerra que concluye con la frase: “La guerra ha terminado”.

Desde el año 1942 hasta el año 1950 salió en su onomástica en procesión una copia de la imagen de la Virgen de África. Tenemos en esta época una excepción que es la salida del 10 de noviembre de 1946 cuando lo hace la original para la Coronación Canónica.

Será a partir de 1951 cuando comience a salir anualmente como hoy sucede. En definitiva, que lo que hoy nos parece larga tradición se instaura en la segunda mitad del siglo XX.