Rafael Sánchez Martin, presidente de la Asociación de Maestros Salazoneros, ha expresado este miércoles la idea de abandonar la actividad salazonera en Ceuta como consecuencia de la crisis del pescado que está sufriendo nuestra ciudad, después de que Marruecos haya bloqueado la entrada de pescado por la frontera.
Según explica Sánchez Martín, planteará a los asociados esta decisión ya que "la situación es insostenible y cada vez hay mas trabas a la actividad salazonera". De esta manera, se perdería en Ceuta una actividad artesanal que se practica desde la época de los romanos y que desde la Asociación explican que están sufriendo "la peor crisis de su historia".
Desde la Asociación expresan que los maestros salazoneros "subsisten a duras penas temporada tras temporada una tradición que no aguanta más" y recuerdan que los maestros en su mayoría son jubiliados de más de 70 años que no tienen ningún ingreso extra para realizar esta actividad. "Se ven desbordados por la presión regulatoria por parte de la Administración", añaden.
Además, recogen en un comunicado, este año tampoco tendrán la remodelación de la explanada de Juan XXIII"por retrasos burocráticos entre Administraciones" y la consecuencia es que no podrán aspirar al codiciado Registro Sanitario con el que muchos sequeros quieren legalizar sus negocios familiares.
La Asociación de Maestros Salazoneros agradece la implicación de la Ciudad pero temen no poder abrir sus establecimientos por la falta de entrada de pescado de Marruecos en una crisis que se desató hace una semana, bloqueando el país vecino la entrada de pescado a Ceuta.
Además, la asociación también recuerda que "hace más de un año" entregaron la solicitud para reunirse con la delegada del Gobierno, pero no ha habido contestación. Quieren tratar con la Delegación si existe un plan B para que el pescado pueda ser importado desde la Península, algo que desde esta asociación temen que "pueda suponer un requisito insalvable para la economía de sus negocios familiares artesanales".
Por todo ello, expresan que la última actividad artesanal en Ceuta, que se hace desde más de 2.000 años, recuerdan, va a desaparecer "si no se produce un milagro". Mientras tanto, la propuesta de los salazoneros "está encima de la mesa" antes de la temporada, que empieza en abril, y de la que dicen que este año, a partir de ese momento, "que cada uno haga lo que buenamente pueda".
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