Hablan los policías portuarios que rescataron a una niña en las escolleras
Javier Pacheco, Juan Miguel Fernández y Jesús Reina son los policías portuarios protagonistas de una intervención que no van a olvidar. Porque habituados a los servicios típicos con los que tienen que lidiar en el día a día, se toparon con el hallazgo de una niña de solo 3 años dentro de una batea, rodeada de más inmigrantes, preparada para intentar embarcar de forma clandestina.
Los policías portuarios habían acudido a prestar apoyo a la Guardia Civil ante la gran cantidad de inmigrantes que intentaba colarse en el barco. Fue entonces cuando se produjo este sorprendente hallazgo.
“Detectamos una batea en la que se estaba metiendo gente. Fui para allá, abrí la batea y me encontré con la sorpresa de que entre los argelinos había una niña pequeña. La verdad que me asusté, me puse en contacto con el compañero para que avisara a la Guardia Civil. Mientras, intenté retener a la niña pero los inmigrantes que estaban se me echaron encima, la cogieron y se la llevaron a las escolleras”, explica a FAROTV, el jefe de servicio Javi Pacheco.
Con la niña en brazos los inmigrantes huyeron a las escolleras, convertidas en residencia de quienes intentan escapar del CETI de forma constante.
“Apareció mi compañero, no daba tiempo, se pasaban la niña de uno a otro. No sabíamos qué pasaba, si la querían secuestrar… la niña estaba todo el rato llorando”, reseña Pacheco. “Gracias a nuestro compañero que nos iba informando desde la torre de control pudimos dar con el sitio exacto y sacar a la niña con su supuesta madre”, añade Juanmi Fernández.
Madre e hija, ambas residentes del CETI, fueron entregadas a la Guardia Civil, que es quien se ha encargado de la práctica de las diligencias. Para Pacheco y Fernández, al igual que para el compañero Reina, ha sido sin duda uno de los servicios más complejos.
Una situación inusual
“Es una situación que nunca se nos ha dado, una niña tan pequeña, asustada… No sabía qué pensar, ¿qué hacía esa niña ahí?”. “Suele haber menores por aquí, siempre intentando entrar, pero un bebé, porque son pocos años, no es habitual. Como tampoco mujeres, porque nos encontramos a varias en las escolleras”, completan los agentes.
La intervención fue complicada porque mientras los agentes sacaban a la niña de las escolleras, decenas de inmigrantes intentaban evitarlo, quizá por miedo o quizá con la intención de que no arrebataran la pequeña a su madre.
“Si no había más de cien personas aquí… estábamos solos, fue bastante la tensión que había. Fue un rato desagradable la verdad”.