El acuartelamiento de García Aldave ha acogido el aniversario de la concesión de las laureadas colectivas a distintas unidades del Tercio Duque de Alba 2º de La Legión de Ceuta. Un acto que ha estado presidido por el comandante general accidental, Jesús Arenas García, al que han acompañado los distintos jefes de las unidades, centros y organismos de la Comgeceu. En el acto de Sábado Legionario se ha contado con la presencia de una representación del Tercio hermano ‘Gran Capitán’ I de La Legión, “cuyo glorioso guion forma hoy junto al nuestro, hermanándose así en fraternal abrazo los dos tercios africanos”.
El coronel jefe del 2º Tercio, Francisco Javier Bartolomé García, ha valorado en su alocución el significado de la cruz laureada de San Fernando, como la más alta recompensa del Ejército español, que reconoce el valor heroico, “entendiendo este como la virtud sublime que, con relevante esfuerzo de la voluntad, induce a acometer excepcionales acciones, hechos o servicios militares, bien individuales o colectivos con inminente riesgo de la propia vida y siempre en servicio y beneficio de la patria”, ha sentenciado.
“Son muchos y muy exigentes los requisitos y condiciones requeridos para la concesión de la cruz laureada de San Fernando, entre ellos que la acción, hecho o servicio suponga una superación excepcional del deber, al implicar significativos esfuerzos y riesgos, incluso perder la propia vida. Este valor heroico que reconoce la cruz laureada fue el que demostró la 16ª compañía de la IV Bandera, hace ya más de 80 años”. Esa cruz laureada colectiva la luce hoy con orgullo en el guion-enseña de nuestra querida 3ª compañía, heredera del historial de aquellos héroes.
El coronel se ha dirigido a los legionarios para que tengan presente lo que significa, lo que hicieron sus antepasados y los valores que tienen que mantener y defender por respeto a los que les precedieron. “En el alma de los legionarios se ha inculcado el culto al valor, un valor que te sobrepone a las flaquezas humanas y al instinto de conservación, para ofrendar con gusto la vida y poder mirar a la muerte cara a cara. Ese valor ha de ser sereno, tranquilo, ecuánime, sin exaltaciones ni depresiones, sin despreciar al enemigo si fuera poco, sin temerle cuando sea mucho y sin que este valor sirva para emplearlo en las discusiones con los compañeros”.
“Legionarios del Tercio Duque de Alba, sois herederos de un glorioso historial, escrito con la sangre de legionarios como vosotros, a los que la patria les pidió el máximo sacrificio: dar la propia vida en defensa de España. Y solo hay una manera de prepararse para, si así se nos pide, actuar con valor cuando sea necesario, cumpliendo todos los días en cada momento el credo legionario. Aquellos legionarios de la 16ª compañía fueron únicos y sin igual, fueron feroces al combate en cuantas ocasiones hizo falta hasta derrotar al enemigo, acudiendo al fuego, con sufrimiento y dureza, sin temer a la muerte, obedeciendo hasta morir, defendiendo el juramente a su bandera, que hicieron la más gloriosa, tiñéndola con su propia sangre”.
En el acto ha habido una mención específica a quienes se han despedido de la bandera: el subteniente Capilla, el subteniente Camacho y el brigada Reina. Ha habido una felicitación especial a los que han recibido recompensas y distinciones. Las unidades en formación han sido la Escuadra de gastadores, la banda de cornetas y tambores del Tercio, la unidad de música de la Comgeceu, la Bandera Cristo de Lepanto IV de la Legión y la compañía de defensa Contracarro del 2º Tercio.
Con el homenaje a los que dieron su vida por España, el himno de La Legión y la despedida de la Bandera se ha completado este acto castrense al que han acudido las principales autoridades.