Si cuando llegó el Martes Santo pude contemplar bajo la lluvia cómo los legionarios del 2º Tercio entonaban el 'Novio de la Muerte' y sentir el frío y la pasión de la base del Credo, médula y nervio de la Legión, en esta ocasión era sentir el Sábado Legionario en el Pico de los Monos, un picacho batido por los vientos denominado, la Posición A.
Sábado Legionario presidido por el comandante general de Ceuta, general de División don Marcos Llago Navarro, acompañado del general 2º jefe, Don Fernando Rocha y Castilla, y la formación legionaria con las cinco compañías, Banda de Guerra, Escuadra de Gastadores de la Bandera Cristo de Lepanto 4ª de La Legión y Unidad de Música del Batallón de Cuartel General.
La formación estaba al mando del coronel jefe del 2º Tercio, Don Miguel Ángel Jiménez Parejo.
Todavía conservo de memoria la secuencia de los actos que tantas veces fui a cubrir antes de la pandemia, pero que ahora hacen deslizar mi pluma sobre un papel para recordar los vivencias legionarias.
He vivido muchos Sábados Legionarios en estos 23 años, de mis 33 publicando en la prensa escrita, pero he de reconocer que el discurso de hoy del coronel Jiménez Parejo ha sido magistral y de los mejores que he podido sentir en mi vida.
Dedicado a la memoria del cabo gastador Don Francisco Espínola, fallecido recientemente en accidente al regresar de unas maniobras como sargento alumno de 3º curso de Enseñanza Militar para la incorporación a la Escala de Suboficiales en la Academia de Infantería de Toledo, viajaba de copiloto en el vehículo militar.
El coronel Jiménez Parejo ensalzó la figura de los veteranos, de los que dejaron sus vacaciones para acudir a la Semana Santa, de los que dejaron a sus hijos recién nacidos para acudir a las formaciones, de los que profesan la religión musulmana en el mes de Ramadán siguiendo con los trabajos encomendados de mayor riesgo y fatiga, todos ellos son los que están y los que un día estuvieron en las filas legionarias, como dignos de ejemplo del Credo Legionario que diseñase el Fundador Millán Astray hace 104 años.
Los gastadores se aplicaban en los trabajos de abrir trincheras, de abrir el paso en las marchas, llevaban palas, hachas y picos, la palabra “gastador“ procede de la voz italiana “guastatori“, ya las escuadras las tuvo en su origen en los Tercios del Gran Capitán, Don Gonzalo Fernández de Córdoba.
Soldados elegidos por su fortaleza y corpulencia física, durante las marchas abrían camino al resto de la fuerza, el cabo llevaba como referente el serrucho, la misión de gastar, sinónimo de destruir, los obstáculos que podían impedir o dificultar el avance de las tropas.
Aquellos “guastatoris“ del Gran Capitán dieron origen con el paso de los años a las escuadras que abren los desfiles en las Unidades de Infantería, hasta nuestros días con un cabo y seis legionarios.
Las Damas y Caballeros Legionarios con el gorrillo en la mano y el brazo en alto, gritaron a la voz del coronel Jiménez Parejo : ¡Viva España, Viva el Rey, Viva La Legión!
A continuación se tuvo un recuerdo emocionado a los que dieron su vida por España al entonarse el 'Novio de la Muerte'. Hubo una salva de fusilería a cargo de la 3ª Compañía de la IV Bandera y se recitaron dos Espíritus del Credo.
Tras entonarse la Canción del Legionario, la formación desfiló con las mascotas de la IV Bandera y del 2º Tercio ante los aplausos de los asistentes.
El sol apretaba, el viento hacía honor a la Posición A, las lágrimas afloraban por mis mejillas para despedirme esta mañana abrazándome con mi amigo de toda la vida, Jesús Ortiz la primera vez juntos en García Aldave.
La Legión tiene estas historias como el Espíritu de Amistad. ¡De Juramento entre cada dos hombres!