Se llaman Jawade Lamkaddam y Hamid Al-Hassani. Son marroquíes, amigos y ambos se subieron a la embarcación que, cargada con 7 personas, partió de Ceuta en la noche del pasado sábado. No se sabe dónde están, pero creen que pudo haber llegado a Gibraltar, ya que en la Roca han sido rescatados dos menores y un adulto que confesaron iban con cuatro compatriotas más. Uno de los supervivientes, Samih, de Castillejos, era amigo de estos dos desparecidos. Sus familias están desesperadas, se han puesto en contacto con Gibraltar para intentar saber algo de estos dos jóvenes. En la Roca están los dos menores de Tetuán y el adulto de Castillejos a los que, de acuerdo con las leyes británicas, se les acusa de entrada sin permiso o certificado. Por ello se les aplica una orden de expulsión con una libertad condicional de 12 meses, serán trasladados a su país. Las autoridades gibraltareñas buscan a los cuatro marroquíes que acompañaban a los rescatados, pero no hay noticias.
La familia de Jawade está desesperada. “Algo ha pasado en el agua, estaba muy mal”, explica su tía, en una entrevista con El Faro de Ceuta, medio al que pide ayuda para intentar dar con su familiar.
Jawade entró en Ceuta el 29 de enero, al igual que Hamid, ambos a nado
Jawade entró en Ceuta a nado el 29 de enero y tras ser interceptado fue trasladado a las naves del Tarajal para guardar la cuarentena sanitaria dispuesta por Sanidad. Consta el registro policial de su llegada a nuestra ciudad así como la atención posterior. Este sábado 6 de febrero llamó a su familia para indicarles que se subía a una embarcación con seis marroquíes más porque querían llegar al otro lado del Estrecho. Uno de esos marroquíes era Hamid, también de Castillejos, casado y con un hijo. Entró en Ceuta a nado y partió en esa embarcación.
La familia de Jawade explica que el joven cruzó a Ceuta para conseguir dinero con el que mantener a todos los miembros. Se trata de una unidad familiar que vivía de la frontera, todos se mantenían con un negocio que ya está muerto y agotado desde el cierre del paso del Tarajal. “Cruzó para trabajar, para ayudar a su abuela, a todos. Él solo quería mandar dinero”, detalla su tía. La de Hamid cuenta que escapó para alimentar a unos seres queridos que lo buscan desesperadamente.