Es el gran efecto llamada del asilo. El que siguen los marroquíes llegados estos días a Ceuta, aspirando así a desplazarse antes a la Península hasta el punto de haberse transformado en una especie de inmigración encubierta. La oficina del Tarajal, que llegó a permanecer años y años cerrada desde su inauguración a cargo del que fuera ministro de Interior Jorge Fernández Díaz, está recibiendo estos días a cientos y cientos de marroquíes hasta el punto de generarse largas colas que vienen a evidenciar un giro radical en la inmigración. Un giro provocado por esta situación sobrevenida derivada de la entrada de unas 10.000 personas, tras la bajada de brazos de Marruecos.
Hasta el momento los solicitantes de asilo ingresaban directamente en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), salida que ahora no se produce. Una vez tramitada la petición de asilo, si en un mes no se da una respuesta en el sentido favorable o no, pueden marcharse de Ceuta. Así se está desvirtuando claramente la figura del asilo, dándose pie a un tipo de inmigración paralela.
En estos días la presión sobre la oficina del Tarajal va a más. Hasta allí acuden no solo los marroquíes que accedieron a nado y que no han sido devueltos, debido al bloqueo que ejerce Marruecos al no aceptarlos, sino también atrapados en Ceuta que buscan en esta vía el regresar a su país, confundidos por los trámites que realmente se deben hacer en este lugar.
La Policía Nacional se encuentra completamente desbordada ante la llegada, cada vez en mayor número, de estas personas, buscando ser peticionarios de una protección bajo distintos argumentos que deben ser ahora comprobados. El problema radica en la cantidad de solicitudes presentadas y el colapso que puede producirse para darle salida.
Es la situación paralela a una entrada masiva que tiene estos efectos colaterales en nuestra ciudad. La sede del Tarajal ha pasado de no recibir una sola petición de asilo a convertirse en meta fija de todos los aspirantes que ven en ella una solución a sus aspiraciones.
La Policía Nacional ha gestionado de manera íntegra hasta este martes a última hora de la mañana un total de 83 solicitudes de protección internacional en España promovidas por ciudadanos marroquíes adultos que se niegan a volver a su país tras acceder irregularmente a Ceuta entre el 17 y el 19 de mayo, según las fuentes consultadas por Europa Press.
Las Fuerzas de Seguridad están incoando expedientes de expulsión a los marroquíes irregulares mayores de edad que siguen deambulando por las calles o permanecen escondidos en las escolleras, zonas verdes e infraestructuras abandonadas. La Delegación del Gobierno espera saber "este miércoles" si el Reino alauita aceptará o no la devolución de ese colectivo que se niega a regresar a su país y que se cifra en más de medio millar de personas.
Las solicitudes de protección internacional registradas en Ceuta por ciudadanos marroquíes rara vez han encontrado respuesta positiva de las autoridades españolas salvo en casos "muy puntuales" ligados a situaciones probadas de persecución por razones de orientación sexual o el de algún activista del Hirak del Rif.
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