Cualquier lugar de Ceuta se convierte en el habitáculo para los inmigrantes que siguen deambulando por las calles de la ciudad después de haber entrado bordeando alguno de los espigones. El puerto vuelve a ser punto de concentración de muchos de ellos, recuperando las escolleras en donde esperan el momento para alcanzar alguno de los barcos que les lleven a la Península. Es lo que quieren, la devolución o el retorno voluntario no entra entre sus propósitos.
Las distintas barriadas se han convertido en puntos de asentamientos, pero también zonas como el crematorio hindú que se ha convertido en un particular campamento improvisado para decenas de marroquíes. También los montes del camino San Amaro hacia Santa Catalina, como antaño se transformaron en la ruta de las casetas. Vuelven a serlo, ocupados por jóvenes cuya aspiración es marcharse de Ceuta pero en ruta a Algeciras, no pasando de nuevo por Tarajal.
La situación es complicada porque ni siquiera se tiene constancia del número final de personas que lograron entrar en Ceuta, no solo en las jornadas de mayor presión sino a posteriori, en ese goteo constante que no cesa tanto por vía marítima como por vallado. A las fuerzas de seguridad les resulta fácil la concentración de personas que quieren volver a su país, pero no la localización de los que aspiran a escaparse y, para conseguirlo, no tienen mayor misión que ocultarse.
Muchos menores ni siquiera localizados
Muchos de estos jóvenes exhiben su documentación, sus reseñas personales y piden no ser devueltos a su país. También en las calles sigue habiendo gran número de menores que todavía ni han sido localizados por los servicios, ni reseñados, ni están en los dos puntos habilitados para tal fin: Tarajal y Piniers, hasta la preparación del pabellón Santa Amelia.
La presión ejercida por Marruecos ha desbordado por completo a la ciudad hasta el punto de no poder asumir a quienes fueron alentados por un efecto llamada que les instaba a dejar su país de la manera más fácil: cruzando vías fronterizas sin vigilancia.
Es muy fácil localizarlos. Te das una vuelta en coche por cualquier sitio y cuentas cientos. No es nada difícil distinguirlos. Nos la han colado pero bien. Ceuta, de nuevo insegura.
A ver... que no es tan difícil... Al igual que se les puso en la frontera... dos compañías... una de la Legión... y otra de Regulares... codo con codo... desde el Hacho... hasta la valla... y si es preciso... nueva batida de vuelta hasta el punto de partida... ah... y una docena de camiones... con suficiente combustible... para llevar... y volver a por más... 24 horas... y problema solucionado y... para solucionar otro problema... los que están cobrando el Ingreso Mínimo Vital... brigadas de limpieza extraordinarias por toda la ciudad durante dos meses... en horarios laborales...
¿Se los van a llevar a la península?
Se acabó ya el circo mediático y en dos días ya nadie se acordará de Ceuta, menos los ceutíes.
Ahora a aguantar que no se pueda transitar por el puerto, a la basura desperdigada por todas partes, a las peleas y el menudeo de droga.
Toda la solidaridad y las buenas palabras que han salido en los medios ¿Dónde están?
Da la impresión como si conocieran la ciudad de antes de llegar aquí, nunca se han visto tan dispersos y por tantos sitios y no paran en ninguno mucho tiempo. La policía tiene que cambiar de técnica, porque saben que los están buscando y en cuanto los vean llegar se van a ir de donde estén. Así no los van a localizar. Van por delante.
Que vengan por las inmediaciones de IES Siete Colinas , Poligono , Don. Alfonso ó parte trasera de Las Carmelitas que hay más de 150 escondidos, y varios de ellos cagando y meando por todos sitios, estos es una VERGUENZA . y cogerlos es MUY facil.
Los niños tienen que estar con sus padres,en Europa el abandono por sus padres está penado con cárcel.
La verdad... que es muy muy complicado... pero que muy muy complicado... saber donde están... Solo con un poquito... muy muy poquito de interés... estos menores no tendrían que dormir en esos sitios... pero es muy muy difícil... saber en una ciudad como Ceuta... donde buscarlos... y muy fácil... muy muy fácil... llegar a político... como barriga agradecida... Por cierto... la que montaron por dos casos... que eran mentira... en una comunión... y nadie dice nada... de que estos... los que han llegado de turismo... vayan sin mascarilla por la calle... y... ¿señor Julián... aún no le he leído en la prensa local por el tema?... y... ¿como se nos puede obligar a llevar mascarilla... a no fumar en ciertos sitios... a tener la mascarilla puesta si estás sentado en una terraza de un bar... etc... etc... etc... y con los turistas... permisibilidad total?... pero Ceuta... duerme como Yebelmusa...
Que venga Pedrito el desastres y su amiga la ministra que no le consta nada, y también su amigo el coletas (que ahora tiene mucho tiempo libre) y vaya localizando uno por uno y para casa. Aquí todo eso nada más que nos trae problemas de convivencia y seguridad.