Sin lugar a dudas, puestos a tener que elegir compañeros de viaje, prefiero a los obispos. Primero porque confío en un hombre que piensa que tendrá que responder de sus acciones; segundo, porque el objetivo de estos en la vida es la entrega a los demás; tercero, porque hasta la fecha lo único que me han causado ha sido bien; cuarto, porque siento más simpatía por un hombre que gana 900 euros al mes que por otro que gana 180.000 euros al año; y quinto, y no menos despreciable, porque les aseguro que tienen una conversación más agradable, culta y apacible que la mayoría de los sindicalistas. La afirmación tendenciosa e intencionada de Rubalcaba es claramente autoinculpadora. Ya sabíamos todos que los sindicatos vivían una luna de miel con el gobierno que más puestos de trabajo ha destruido y que más recortes sociales ha realizado de toda Europa. Además, esta afirmación proviene de quien durante 8 años se preocupó más del matrimonio homosexual que de un trabajo digno para homosexuales y heterosexuales; estuvo más ocupado por la ley de barra libre del aborto que por facilitar un trabajo para madres y padres, de las ministras portadas de Vogue que de la pobreza que inundaba los hogares españoles. Son tantas las sandeces del anterior gobierno socialista que la historia ya los ha juzgado como el gobierno peor valorado de toda la democracia.
Hasta la fecha, los sindicatos todavía no han puesto sobre la mesa ninguna propuesta seria para atajar el paro, sin embargo la Iglesia con los obispos a la cabeza, sí ha realizado miles. El obispo para Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza ha hecho pública una carta donde aborda especialmente esta lacra. En los templos, en estos momentos, se realizan charlas, homilías, oraciones y colectas constantemente con el objetivo de paliar el paro y sus nefastas consecuencias. La Iglesia posee una doctrina social, fundamentalmente desde que un Obispo y Papa, León XIII, hizo pública la encíclica “Rerum novarum” y posteriormente Juan XXIII con “Mater et Magistra”. En la doctrina social de la Iglesia están las fórmulas para salir de esta crisis. No busquen más, simplemente léanla.
La Iglesia a la que Rubalcaba prefiere no acompañar, ahorra al Estado 30.000 millones de euros. A cambio percibe de él unos 250 millones y privilegios fiscales idénticos a los de otras religiones, partidos políticos, sindicatos y otras organizaciones empresariales. Menudo balance contable. Mientras que los sindicatos han fagocitado del dinero de todos los españoles más de 1.000 millones de euros desde 2008 y a cambio han prestado... ¿Qué servicio han hecho los sindicatos? Sí, los mismos sindicatos que enmudecían mientras el PSOE realizaba los recortes, enviaba a los españoles al paro, nos prolongaba la vida laboral y nos recortaba las pensiones. Sí, son los mismos dóciles que callaron con los contratos basura de Griñán quienes ahora protestan por unos nuevos contratos con mejores condiciones.
No me extraña nada que Rubalcaba prefiera estar del lado de los sindicatos. A la izquierda siempre le han gustado los ricos, siempre ha preferido la buena vida. Los obispos, en su mayoría tienen voto de pobreza, y en su totalidad siempre están del lado del más necesitado. Podemos comprobarlo hasta en la misma forma de retirarse de la vida activa. Mientras el anterior gobierno goza de pensiones escandalosas con edades nada avanzadas, el anterior Obispo de Cádiz Ceuta, Antonio Ceballos, goza del retiro en la pobreza de un monasterio a sus 76 años.