El
consejero de Educación y Cultura de la Ciudad Autónoma, Carlos Rontomé, ha protagonizado la
segunda conferencia de este miércoles en las jornadas del Centro
UNED sobre los
planes estratégicos de Ceuta y Melilla. Su ponencia ha versado sobre la cuestión migratoria desde un contexto amplio. El político ha analizado los diferentes perfiles migratorios a lo largo de los años y ha hablado de las consecuencias que esto tiene para la ciudad. Un asunto importante dentro del Plan Estratégico que el Ministerio de Política Territorial presentará para la ciudad en Ceuta durante las próximas semanas. Ha explicado cómo influye y tiene consecuencias dentro de la vida de una población a través de su evolución histórica. En este sentido, ha hecho un análisis del
episodio crítico de mayo de 2021 con la entrada de alrededor de 10.000 personas, una buena parte de ellas menores. “Hay momentos distintos en la inmigración y distintos tipos, de aquella parte que se queda en la ciudad que con el tiempo se ha ido reduciendo y la otra parte que funciona como elemento de tránsito”, ha detallado el representante del Gobierno de una ciudad que hasta los años 90 apenas tuvo presión migratoria, pero que luego incrementó los flujos como espacio frontera entre España y Marruecos y entre los continentes de Europa y África.
La repercusión social y mediática
Así, además de valorar las consecuencias económicas, sociales y políticas de un tipo de inmigración como la de menores no acompañadas también ha hecho hincapié en la repercusión que tienen estos flujos migratorios. “La crisis de mayo de 2021 lastró la imagen y aunque no fue realmente una cuestión migratoria sino el clima de tensión y las negociaciones entre países”, ha recalcado Rontomé reduciendo la cuestión a la presión entre Estados.
“La inmigración influye mucho en la repercusión que tiene la imagen de la ciudad fuera de nuestro ámbito, cómo se ve en el resto del país y de Europa la ciudad”, ha señalado el consejero de Educación y Cultura, para el que la forma de revertir esa situación es “seguir dándonos a conocer en estos y otro tipo de foros, mantener la presencia en las dos ciudades con actividades y estar en todos los eventos posibles”. Eso sí, ha puntualizado que la inmigración “es una realidad pero una ciudad como Ceuta es algo más, que es lo que hay intentar vender sobre todo al territorio nacional, al resto de los españoles y después al resto de Europa”. Siendo conscientes de que se trata de combatir un estereotipo “complicado” pues es algo que viene de décadas pese a los esfuerzos de los diferentes gobiernos que han pasado por Ceuta o Melilla y se han enfrentado a este asunto complejo.
La oportunidad de la aduana comercial
Un tema recurrente en las jornadas que está celebrando la UNED de Ceuta es el de la creación de la
aduana comercial a partir del mes de enero y del lado positivo que supone ser ciudad fronteriza. “Evidentemente hay toda una problemática por todo lo que supone el control fronterizo pero una frontera también es una oportunidad”, ha dicho Rontomé, para el que la ocasión de iniciar 2023 con esta aduana comercial es un horizonte que se ha abierto de forma inesperada. “De las crisis tienen que salir oportunidades y el tránsito regulado de mercancías aunque sea pequeño es un cambio importante, una salida para la ciudad”, ha afirmado el consejero para el que Ceuta no puede estar solamente volcada hacia la Península sino que tiene que tener salida hacia al sur con esa vía abierta.