A principios de semana la luna del coche de un taxista quedó hecha meñicos tras ser apedreada cuando el sueño iba camino de recoger a un cliente. Fué pasado Príncipe Felipe casi a la altura de las Casas Nuevas.
“Ahí estamos vendidos y eso es lo que hay. Acaban de apedrear a un compañero y le rompieron toda la luna con lo que podría haber supuesto si le da en la cabeza, si provoca un volantazo e impacta contra otro coche o cualquier tipo de desgracia”. Así lo explica el presidente de Autotaxi, Julio Pérez García, que asegura que el compañero advierte al cliente de que no llegará hasta arriba para evitar que vuelva a producirse cualquier agresión.
El propio Gómez ha explicado que la situación de los taxistas es similar a la de los conductores de autobús en esa zona, donde “los vándalos aprovechan que es un monte, lanzan las piedras y cuando impactan echan a correr y es muy complicado dar con ellos”. Lamenta que por más presencia policial que se ponga, las cosas no se van a poder remediar porque llevan ya tiempo sucediendo y “es cierto que los taxis son más pequeños que los autobuses y realmente si te pilla una piedra puede pasar cualquier cosa. Que no haya pasado es un milagro vamos, además los gastos de la reparación y tener que dejar de salir a trabajar hasta que se solucione la avería es otro problema”.
El taxista afectado lo ha denunciado pero no espera que aparezcan los causantes. Lo mismo le sucedió a un conductor de autobús hace dos semanas cuando, sin estar de servicio, acudió a hacer algunas compras al Tarajal. Del monte le lanzaron una piedra que rompió en mil pedazos la luna delantera.
Robos en parada de la frontera
Ayer mismo en la parada de la frontera le fue sustraído el móvil a un taxista, en un momento de descuido. Estaba sobre el volante, en la zona del salpicadero y cuando fue a cogerla, ya había desaparecido. Los compañeros piden que haya más vigilancia porque es mucho el movimiento de gente que existe en esa zona a diario y porque tienen que estar muy pendientes de cada movimiento. Aunque hay suficientes agentes dentro, en la parte exterior piden que haya más vigilancia.