Hablar de planes de desescalada cuando siguen produciéndose en goteo casos de positivos parece impensable. Pero es un debate que está puesto encima de la mesa y sobre el que la Consejería de Sanidad no oculta sus temores. Esa
desescalada en Ceuta la valora ya de “difícil y complicada” por las connotaciones que tiene lo que llevaría a pensar en un plan muy específico y concreto. Por ejemplo el propio consejero del ramo, Javier Guerrero, no ha ocultado su deseo de que no se rompa el control ejercido en el puerto sobre las personas que vienen de la Península o los pretendidos movimientos entre Ceuta y Algeciras hasta que “la ciudad esté perfectamente controlada”. “Por nuestras connotaciones debemos hacer una desescalada concreta. No nos podemos comparar con otras comunidades. Debemos seguir con las armas levantadas para evitar el repunte”, ha concretado. ¿Y qué pasará con la frontera o con la Operación Paso del Estrecho que mueve traslados de miles de personas de punta a punta, atravesando no solo la Península sino también distintos países europeos que son residencia de marroquíes? Ni la propia Ciudad lo sabe y eso que preguntar al Ministerio de Sanidad lo ha preguntado porque incluso otras comunidades autónomas que son tradicional ruta de paso de las caravanas de la OPE están sin saber qué va a pasar. “En la reunión del consejo interterritorial del pasado lunes le dije al ministro de Sanidad que tuviera en cuenta la frontera de Marruecos”, ante el miedo de tránsito de marroquíes por la OPE y el hecho de que lleguen a Ceuta y el paso fronterizo no funcione al no estar operativo. “Le pedí una explicación y que se tuviera en cuenta esto. No tuve contestación”, ha zanjado el consejero. Por cierto que en cuanto a los controles llevados a cabo sobre las obras que se han reiniciado desde esta semana, Guerrero ha pedido a la Inspección de Trabajo que atienda a las privadas para que se garantice el cumplimiento de todas las medidas de seguridad, como la Consejería controla las públicas.