La llegada de un escualo a la orilla de la playa de La Ribera causó expectación entre las personas que estaban en alrededor en esos momentos. El ejemplar, de pequeño tamaño, aparecía esta mañana ante la sorpresa tanto de las personas que caminaban por la playa como de los que practicaban algún deporte acuático.
Un grupo se acercó a este escualo e intentó orientarlo hacia la profundidad, ya que nadaba sin control, aleteando y con la mitad de su cuerpo en la superficie, sin poder continuar su camino. Incluso, una persona a bordeo de su kayak lo condujo hasta mar adentro para que pudiera estar seguro y que no terminase muriendo por agotamiento o asfixia en la orilla. Pese a eso, volvió de nuevo a la orilla.
Este ejemplar, de poco tamaño, se movía rápido y era escurridizo a la hora de intentar atraparlo para poder conducirlo a la profundidad. Nadaba sin rumbo, de manera paralela a la orilla, totalmente desorientado. Hasta en varias ocasiones lo intentaron, sin lograrlo.
Incluso se llegaron a meter dentro del agua, pero el animal parecía no responder, sin saber qué se podía hacer al respecto. Tras muchos esfuerzos, se logró que el escualo encauzara el rumbo y ya comenzara a nadar mar adentro. Durante unos instantes se llegó a temer por su vida, ya que no daban con la forma de que pudiera regresar al fondo del mar.
Este tipo de ejemplares son comunes en nuestras aguas, donde la confluencia de mar y océano hace posible ver escualos de este tipo. Lo que no es normal es que se acerquen tanto a la costa y se desorienten como en esta ocasión. Los que lo vieron comentaron que podría tratarse de una tintorera, aunque no se ha podido confirmar.
Finalmente, consiguió alejarse de la orilla y seguir su camino en aguas más abiertas.
¿finalmente murió?