Los Reyes Magos pasean antes de la cabalgata junto a los niños

Los tres Reyes Magos tienen un arduo sábado por delante en esta fecha tan señalada. Ya temprano por la mañana, han transitado por las calles de Ceuta para estar cerca de los niños y, sobre todo, para atender sus deseos de última hora.

Después de su largo viaje desde Oriente, han tenido dos destinos previos a su gran recorrido por la ciudad. Han visitado los dos escenarios en los que se han dado cita con la cálida acogida de las distintas familias que los han recibido con las puertas abiertas de par en par.

Bajo un tenue sol, niños y padres se han congregado en fila para formar un pasillo de bienvenida en la Iglesia de África. Baltasar, Melchor y Gaspar han rondado la zona a la entrada del templo con sus pajes. Telas rojas, doradas y azules con llamativas purpurinas en la cara se han entremezclado con los brazos extendidos de los niños que han recogido entre sus manos obsequios. Algunos de los asistentes incluso se han hecho ‘selfies’ con Sus Majestades.

Cantos de bienvenida

El sonido de panderetas y voces ha interrumpido este encuentro. Al hacer un pequeño trayecto hacia el interior, se han vislumbrado a los niños del coro de ‘Los campanilleros’ de San Juan de Dios, situados en las inmediaciones del altar. Han entonado villancicos frente a Sus Majestades a modo de regalo, un preludio a su llegada bajo el árbol de Navidad en sus hogares.

Vestidos con jerseys con motivos típicos como renos o papa noeles, han cantado a pleno pulmón en compañía de sus allegados y del vicario de la ciudad, Francisco Jesús Fernández Alcedo.

Los testigos de este concierto breve han sido numerosos. Algunos han sido niños que han corrido despegados de sus madres y se han escondido en el barullo. Otros han dormido en reposo sobre el hombro de sus padres sin haber visto nada de lo que ocurre. La imagen, llena de alegría e ilusión, se ve pausada por algún incidente. Un pequeño se pierde momentáneamente, pero pronto cae en la cuenta de que cerca está su familia.

Recepción en el Salón del trono

Tras las palabras de Fernández Alcedo, todos los invitados en esta ocasión han salido por el dintel para recorrer solo unos metros y adentrarse en el Palacio autonómico. Allí, sentados, se han aproximado a sus tres Majestades y han aprovechado estos últimos momentos para hablar con ellos. Los que tenían algún recado pendiente, lo han despachado en ese acto.

Esparcidos por la sala se han visto rostros de felicidad y también reencuentros. Algunos conocidos se han reconocido y han manifestado su alegría por verlos. Han estado allí pequeños de todas las edades, en carritos o de pie. Algún que otro recién nacido también ha formado parte de esta entrañable estampa.

Los dos actos han dado comienzo a la cuenta a atrás de este día especial, han acrecentado la ilusión de los grandes protagonistas de este sábado y han despertado en otros tantos corazones aquel niño interior dormido.