Las entidades bancarias han ido transformándose poco a poco y hemos pasado de una atención muy aceptable a una muy deficiente cuando necesitas ayuda para cualquier gestión que se desconoce. En esto estamos todos de acuerdo y es la comidilla cuando acudes a una entidad bancaria.
Las tecnologías han cambiado y hemos pasado de la libreta del banco a llevar la libreta en el teléfono móvil. Llevamos en el bolsillo una oficina móvil donde puedes sacar dinero, hacer pagos y muchas otras gestiones sin necesidad de tener que acudir a la ventanilla de la entidad bancaria. Pero estos cambios deberían realizarse con la necesaria coexistencia entre lo nuevo y lo viejo, porque muchos ciudadanos no pueden adaptarse a las nuevas tecnologías y la atención física al público se eterniza y es muy deficiente.
"La ubicación de la Comandancia en las inmediaciones de la antigua Caja Madrid la aprovechan algunos ancianos para pedir ayuda a los guardias civiles para sacar dinero del cajero"
Entre los ciudadanos que no se han adaptado están nuestros abuelos. Una generación que está sufriendo la falta de compromiso de las entidades bancarias. Eso es lo que estaba pensando Carlos San Juan, un hombre de 78 años, que ha puesto en marcha una iniciativa capaz de recoger miles de firmas reivindicando más atención a la banca “porque los bancos se han olvidado de las personas mayores y no todos nos entendemos con las máquinas". Un abuelo que ha visibilizado la desatención de las entidades bancarias a nuestros mayores.
Una circunstancia que también se visibiliza en nuestra ciudad, porque la ubicación de la Comandancia en las inmediaciones de la antigua Caja Madrid la aprovechan algunos ancianos para pedir ayuda a los guardias civiles para sacar dinero del cajero. Se acercan, te piden el favor y te dan el número secreto para que les saques el dinero para evitar recurrir a desconocidos. Me imagino que el ingenio de cada abuelo se acomodará a la zona donde vive, porque la desatención de la banca hacia los mayores es evidente.
Las protestas de abuelos y de la España vacía ha provocado que varios bancos amplíen los horarios de atención al público para que los usuarios puedan tener un mejor servicio; de esta forma, los abuelos y no tan abuelos podrán acudir a realizar las gestiones y, por supuesto, tampoco estaría mal abrir una ventana de atención a los mayores para que no tengan que recurrir a segundas personas.
Los bancos están para ganar dinero, pero dedicar un poco de los 20.000 millones de euros de beneficio, un 45% más respecto al año anterior, en atender a nuestros mayores y al conjunto de los ciudadanos de este país, sería una muy buena noticia.