La frontera del Tarajal no ha registrado la entrada en Ceuta de ningún trabajador marroquí transfronterizo durante las primeras horas de la mañana de este martes, la primera jornada con el tránsito abierto a ese colectivo. Era de esperar, pues el primer grupo autorizado para acceder a la ciudad autónoma se limitaba a los poseedores de Tarjeta de Identidad de Extranjeros (TIE) en vigor o resguardo de estar esperando exclusivamente su expedición. Son habas contadas, concretamente 51, según las fuentes consultadas, que además necesitan tener pasaporte en vigor y certificados covid, algo con lo que no todos cuentan ya.
Este miércoles en la Oficina de Extranjería se espera (a razón de entre 20 y 30 cada día) a los primeros citados del segundo contingente, aquellos que ya tienen resolución favorable para trabajar en Ceuta en régimen de transfronterizos y precisan de un visado para formalizar la tramitación de su TIE. El Consulado de España en Tetuán, donde debe tramitarse esa autorización de validez territorial limitada y exclusiva para realizar ese trámite en un día, comenzó la semana pasada a recibir solicitantes y este lunes empezó a entregarlos.
Para más adelante quedará el volumen más grande, aquellos que perdieron su relación laboral en la ciudad y cuyos empleadores deben solicitar su restablecimiento para, una vez cumplimentado ese trámite, pasar por el Consulado a pedir visado especial.
Como hasta el cierre de la frontera en marzo de 2020, los transfronterizos no podrán pernoctar en Ceuta salvo que estén contratados para ese horario, algo que se prevé esporádico en ocupaciones como el cuidado de personas o la vigilancia de obras. La diferencia es que ahora ese requisito sí se podrá controlar de manera escrupulosa con los nuevos sistemas de registro de entrada y salida por el Tarajal.
"Muy beneficioso" para Ceuta
La presidenta de la Confederación de Empresarios de Ceuta, Arantxa Campos, se ha mostrado este martes convencida de que la recuperación de esa mano de obra será positiva para la ciudad, que hace dos años contaba con cerca de 2.500 transfronterizos autorizados, la inmensa mayoría empleadas de hogar.
“Es normal que de momento no haya venido ninguno o lo hagan muy pocos porque estamos en el inicio del trámite administrativo de regularización de esos trabajadores, que podría y tendría que agilizarse en los trámites de visado y Extranjería, y ahora todo dependerá de los puestos que hayan desaparecido durante la pandemia, pero es una ventaja para los empresarios disponen de una oferta de trabajo más amplia para cubrir sus necesidades”, ha valorado al pie del paso.
La líder de la patronal local espera que los controles estrictos en la frontera hagan desaparecer la economía sumergida, “algo que nos va a beneficiar absolutamente a todos”, y que la incorporación de trabajadores transfronterizos sirva a sectores como el de la Construcción para paliar la falta de empleados que sufre “no solo aquí, sino también en el conjunto de España”.
Campos cree que el régimen laboral transfronterizo puede tener mucho futuro en la ciudad a la luz de la experiencia de otros territorios como Gibraltar, Macao o Mónaco: “Muchísimos trabajadores cruzan sus fronteras para trabajar y retornan a dormir con un sistema que funciona estupendamente, por lo que nosotros también podemos utilizarlo y que sea muy beneficioso para Ceuta”, ha valorado.
Con más mercancías de lo "razonable", retorno o requisa
La Guardia Civil aplica un criterio de “razonabilidad” en la frontera a la hora de controlar la entrada de bienes y mercancías en Ceuta: solamente se admite lo que es coherente que una persona o familia traiga para su consumo personal. Si lo que se porta hace pensar en un intento de comerciar da dos opciones: regresar a Marruecos con lo puesto o asumir su requisa. En sentido inverso, exactamente igual, cualquier sospecha de intentar reactivar el porteo es atajado de cuajo por parte de los efectivos de la Benemérita sobre el terreno, a los que auxilia personal de Aduanas y Sanidad Exterior, así como los vigilantes de seguridad privada contratados de refuerzo, según se pudo ver ayer a primera hora en el paso.