El regreso a las aulas tuvo lugar ayer con normalidad, aunque también con alguna que otra queja por, sobre todo, falta de personal para atender a escolares que sufren algún tipo de discapacidad. Queda camino por delante para ir limando fallos pero, sobre todo, para atender a la población escolar como se merece.
En unos días habrá una comparecencia oficial por parte del máximo responsable en materia de educación para valorar el inicio del curso escolar, las incidencias que han podido suceder y las mejoras para que tanto docentes como escolares puedan disfrutar de un adecuado periodo de formación en sus vidas -los segundos- y un adecuado y productivo sistema de trabajo -los primeros-.
Sindicatos como ANPE han alertado de la necesidad de proteger la educación pública ante tanta incertidumbre; grupos de padres han criticado el inicio del curso sin poder disponer de planes adecuados de conciliación.
Son reclamaciones que, al menos, tienen que estudiarse para hacer que los próximos meses puedan ser disfrutados de manera adecuada.
Este curso el número de matriculaciones es menor lo que ha llevado a que en algunos centros se hayan tenido que reorganizar las aulas contando con mayor número de docentes. Puede desarrollarse un buen curso, todo depende de que, con la participación de todos los agentes implicados, se dé la talla que se debe.