La retirada de las concertinas, a prueba para no causar hundimientos de suelo

No todo será tan fácil en el perímetro fronterizo. Ayer Interior anunciaba la inversión de 18 millones de euros en las vallas de Ceuta y Melilla como parte del plan de modernización y refuerzo de la seguridad en ambos puntos, confirmando además la información adelantada por El Faro de Ceuta del inicio de los trabajos topográficos a cargo de la empresa Tragsa.

Dentro de esa inversión se contempla la retirada de las concertinas, aunque el Ministerio no dice que dicha labor será más complicada de lo que parece. Y es que hay zonas en las que la retirada de esas alambradas y su sustitución por otros elementos va a resultar complicado ya que un mayor peso en el vallado podría provocar hundimientos en el suelo. Hay puntos que están muy deteriorados y afectados por el propio terreno que, en sus más de ocho kilómetros, presenta cuantiosas irregularidades.

Las concertinas no se van a quitar de inmediato. Antes se está valorando la colocación de otros elementos sobre la valla para, después, retirarlas. Y hacerlo siempre con mayor presencia en el perímetro de GRS, algo que todavía no se ha producido.

Interior dice que en este mes tienen que comenzar los trabajos, aunque de momento en lo que se está trabajando es en los topográficos que son la base de lo que podrá hacer Tragsa después.

Las obras, añaden, tendrán una duración de diez meses y cuentan con un presupuesto de casi 18 millones de euros, concretamente de 17.899.886,69 euros, de los que 8.366.337,42 corresponden al vallado de Ceuta y 9.533.549,27 al de Melilla.

Estas obras, explican desde Interior, permitirán la sustitución de las concertinas y las sirgas tridimensionales (que solo están en Melilla) en todo el perímetro por otros elementos más seguros y menos lesivos y se enmarca dentro de las medidas del Plan de Refuerzo y Modernización del Sistema de Protección Fronteriza Terrestre en Ceuta y Melilla aprobado en Consejo de Ministros en enero de este año, con una inversión total de 32 millones de euros.

Esos elementos menos lesivos son una especie de planchas basculantes que se quieren colocar pero cuyo peso pone en entredicho la firmeza del terreno que sostiene, en varios de los tramos, el vallado de Ceuta.

Desde Interior se asegura que el objetivo de este Plan es incrementar la seguridad del perímetro fronterizo, ya que desde el año 2006 solo se han hecho reformas concretas para reparar daños producidos por la climatología o por las entradas, a veces masiva, de personas.

Para la realización de estos trabajos, se ha hecho previamente un estudio técnico completo de la situación actual de las infraestructuras fronterizas, la identificación de los tramos de actuación de las mismas teniendo en cuenta los puntos más vulnerables, la búsqueda, análisis y evaluación de alternativas técnicas y la propuesta de solución a la vista de las alternativas evaluadas. El citado estudio ha corrido a cargo de la empresa pública Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España (ISDEFE), dependiente del Ministerio de Defensa.

A este se le ha sumado el topográfico hecho por la empresa Tragsa.

Y mientras, esperando Tarajal inteligente

Interior informa además que ya han sido ejecutadas dos de las intervenciones estratégicas del Plan aprobado por el Gobierno. Se trata del nuevo sistema de circuito cerrado de televisión en el perímetro fronterizo de Ceuta que incluye 66 cámaras, 14 de ellas térmicas, y que está operativo desde mayo de 2019; y de la instalación de sistemas de reconocimiento facial en los puestos fronterizos de El Tarajal (Ceuta) y Beni Enzar, Barrio Chino, Mariguari y Farhana (Melilla), aunque no funcionan. En proceso de ejecución se encuentran las obras de adecuación de las zonas de tránsito de peatones y otras mejoras en el puesto fronterizo del Tarajal.