Servicios públicos como autobuses, taxis y ambulancias sufren desde hace tres días retenciones en la carretera de la frontera entre Ceuta y Marruecos, según el testimonio de quienes se han quedado atrapados este jueves en las colas de vehículos.
La retenciones están teniendo esta noche una duración de entre 30 y 45 minutos, de acuerdo con el cáculo de los afectados. Dos factores confluyen en la densidad de tráfico que soporta la N-352 una vez pasadas las 21.00 horas, según las mismas personas: los operarios de Amgevicesa cierran la zona de embolsamiento y el semáforo instalado por las obras no es suficiente para regular el tráfico cuando la Guardia Civil se retira.
Los coches-patera, al desalojar la zona de embolsamiento, colapsan la carretera nacional que conduce al país vecino, generando filas que alcanzan la Almadraba. A esa afluencia de vehículos se une que la calzada se ha visto reducida temporalmente por las obras de ampliación. Un cuello de botella que cuenta con un semáforo cuyo tiempo de duración contribuye aún más a ese desorden, siempre según la versión de los conductores.
Por su parte, Amgevicesa niega los testimonios que indican que el colapso se debe, en parte, al desalojo de coches-patera por el cierre del embolsamiento. La empresa municipal se decanta más por pensar que la mala regulación del nuevo semáforo y la reducción a un carril del tramo de la N-352 afectado por las obras están detrás de los atascos de este jueves por la noche
En ningún caso, ha añadido, esas retenciones han sido consecuencia del cierre del embolsamiento porque, en primer lugar, la explanada no se cierra antes de las 22.00 horas aunque, en otras ocasiones de forma extraordinaria, ha llegado a estar abierta incluso más tarde en función de la fluidez en la frontera. En torno a las 22.00 horas ya no quedan coches-patera porque han ido saliendo progresivamente. Además, Amgevicesa destaca su coordinación con la Guardia Civil para que el porteo sobre cuatro ruedas finalice a las 20.00 horas.