Son tantas las imágenes extremas que hemos visto de la frontera que parece que nos han dado un antídoto para estar curados de todo lo que pase o esté por pasar. Ayer se rozó la tragedia, de nuevo, en ese tubo tercermundista del paso fronterizo, en donde quedaron acumuladas cientos de personas que no podían salir del lugar. A eso se sumaban todas las que esperaban en la rotonda para salir a Marruecos mientras la frontera estaba cerrada. Ni Europa, ni el Gobierno de los ministros, ministras, vicepresidentes y vicepresidentas, ni la Delegación del Gobierno consideraron esto importante porque decidieron esconderse en el caparazón de la tortuga que han optado por desempolvar. Callan y ocultan sus vergüenzas. Será que no se consideran responsables de lo que allí pueda suceder. Pero sí lo son. Y si algún día tenemos una desgracia no podrán decir que no sabían lo que estaba ocurriendo porque lo saben perfectamente.
No se puede permitir que haya personas que quieren cruzar a Marruecos y sean tratados como animales. No se puede permitir que tengan que ser contenidas porque este Gobierno ha sido incapaz de solucionar los problemas que tiene con Marruecos a pie de frontera, y haciendo gala de una cobardía sin igual mira hacia otro lado mientras en el Tarajal mandan los aduaneros y aquí todos nos callamos. Si las asociaciones de la Guardia Civil fueran realmente libres y no estuvieran condicionadas al poder dictatorial de una Dirección que sigue haciendo con los agentes lo que quiere, ya se habrían presentado en el Tarajal para decirles a los guardias civiles que se planten, que no hagan servicio porque allí no pintan nada, porque allí solo están sometidos a lo que haga el país vecino y para ser porteros... como que no.
Es indignante que se permita que la frontera permanezca de esta manera sin que nadie actúe"
Pero en Ceuta se permite todo. Eso es otro mundo, un escenario perdido, machacado, reflejo del abandono de las autoridades. Un escenario en el que se permiten tropelías, en donde ha muerto gente, en donde puede volver a repetirse la tragedia y a nadie le importa que esto suceda. No sé, es todo tan aberrante que no entiendo cómo se consiente, cómo lo consentimos. Todo lo que pasa en el Tarajal, todo ese sufrimiento concentrado, todo ese caos debería provocar una unión, un plante, porque es muy grave que ya no solo la Delegación del Gobierno sino el Gobierno de la Nación y Europa nos dejen solos ante esta situación, no actúen ni resuelvan unos problemas mantenidos en el tiempo y que convierten el Tarajal en las trincheras de la vergüenza.
En este caso los errores cometidos por otros. los pagan la Guardia Civil , lo peor, lo llevan ellos y con sanciones, sancionaron a un Guardia y a un teniente, mucha presion en ésa frontera que se puede calificar como la la tercermundistas, y se ve que tenga solución, como dijo la directora, iremos acostumbramos, obligados claro.
No tiene solución quería decir *