Marruecos no dejó pasar el autobús que iba repleto con transfronterizos atrapados, entre ellos internos de ‘La Libertad’, porque “los que estaban en la lista no vinieron”, según ha conocido la Asociación Residentes Ceuta en palabras de un funcionario marroquí. El resultado ya es el conocido: el vehículo se tuvo que dar media vuelta hacia el pabellón. Un hecho que deja entrever cierto desorden y descontrol en la gestión de las repatriaciones de marroquíes atrapados en nuestra ciudad. Este sábado era el turno de 100 personas, según reveló la Delegación del Gobierno,
de las que finalmente pasaron 58, también en base a la cifra facilitada desde la plaza de los Reyes. El presidente de la asociación, Abdelmalik Mohamed, explica a El Faro de Ceuta que lo que saben desde Residentes Ceuta es que cuando se iniciaron las correspondientes “verificaciones” comprobaron que el listado inicial “ya consensuado, no se ajustaba a lo que llegó” hasta la frontera. El mismo funcionario marroquí, según supo Residentes Ceuta,
aseguró que “el contenido no se ajustaba a lo declarado”. Mohamed también aclara que la asociación no estuvo presente, por lo que la información que manejan de parte marroquí es la que se conoce por este funcionario. En que finalmente pasaran o no, nada tuvo que ver la hora en la que se hicieron las repatriaciones. Todo se ciñe a la lista: “Lo que hay en ella es lo que debe llegar, cualquier otro tipo de consideraciones no sirven, no se tienen en cuenta”, reitera el presidente de Residentes Ceuta. Es por eso que Marruecos no entra a valorar otros detalles, asegura Mohamed, sino que se limita a cumplir lo que pone en el listado. “La Administración marroquí es muy exigente con sus procedimientos, así que no acostumbran a valorar actuaciones de nadie, se limitan a los hechos”, señalan desde Residentes. El principal escollo que se presenta en el proceso de repatriaciones es la improvisación que desde Marruecos se percibe por parte del Gobierno español. Al igual que este autobús llevaba personas que no figuraban en el listado, y por eso se negó el acceso al reino alauita a estos súbditos, hay otro factor que determina la situación, por momentos surrealista, que se vivió anoche a pie de frontera: la gestión de la Delegación. El pasado 17 de mayo, la institución informaba que la delegada del Gobierno había contactado “personalmente, en varias ocasiones”, con las autoridades de la provincia de Tetuán quienes “han confirmado la salida de manera escalonada y en varios días de los ciudadanos marroquíes que permanecen en Ceuta”. Unas conversaciones, finalizaba el comunicado, realizadas desde la “necesaria discreción y prudencia”. “Si hay alguien que pinta poco en estos asuntos es Tetuán; en todo caso, Rincón, pues Rincón es capital de provincia y de su Delegación del Gobierno depende la aduana de Bab Sebta”, revela Mohamed, que va más allá en este argumento: “Esto es así, tanto como que su participación se limita a preparar los sitios en los que van a pasar la cuarentena y otros menesteres que tienen que ver con la seguridad, sanidad, transporte, tráfico…”. Pero para organizar todo el operativo, el primer visto bueno siempre “estuvo, está y estará” en Rabat, finaliza Mohamed.