La Marina Real marroquí rescató a un total de 359 inmigrantes, la mayoría subsaharianos, entre el pasado sábado y este lunes (del 23 al 25 de julio), que pretendían llegar a España tanto por la vía atlántica como por la mediterránea. Según informa la agencia oficial marroquí MAP citando una fuente militar, entre los inmigrantes rescatados había diez mujeres y cuatro niños, a bordo de diferentes tipos de embarcaciones, también de tipo kayak, e incluso algunos se aventuraron a cruzar el mar a nado. Los subsaharianos recibieron los primeros auxilios a bordo de las embarcaciones de la Marina Real, antes de ser trasladados a puerto, indica la nota. La misma fuente apunta a que fueron llevados a tierra sanos y salvos, en concreto, a los puertos más cercanos del reino para los procedimientos habituales, añadió. Por otra parte, según informaron este lunes fuentes locales, la autoridades encontraron en la desembocadura al Atlántico de un lago en el sur del país
ocho cadáveres de inmigrantes cuya barca neumática había naufragado, y detuvieron a otros 18 tripulantes de la embarcación.
Las fronteras, marítimas o terrestres, no dejan de causar muertes
Las fronteras entre Marruecos y España no dejan de causar muertes. Estos ocho nueve fallecimientos se producen un mes después del
salto masivo a Melilla, que se saldó con entre 27 y 37 muertos según las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y 23 según las autoridades. La represión de los gendarmes fue muy criticada por la brutalidad con la que se emplearon contra los subsaharianos que intentaron entrar en territorio europeo. En la intentona participaron más de 1.500 personas, la mayoría de ellas sudanesas, según informaron fuentes de seguridad, y se vieron obligadas a acelerar su proyecto de entrada en Melilla después del endurecimiento de las redadas policiales contra sus campamentos en los bosques de Gurugú, en la provincia de Nador.