Los gatos callejeros están expuestos a todo tipo de percances y peligros: enfermedades, riesgo de ser atropellados, maltrato, hambre o frío. Es la dura vida que les ha tocado vivir y que, en ocasiones, se ceba con los más pequeños. En esta ocasión la ‘víctima’ ha sido una cría, de apenas tres meses, que fue encontrada en la calle con graves quemaduras “de origen desconocido”, según apuntan desde la clínica veterinaria que se encarga de su recuperación.
La voluntaria de una de las colonias encontró, por casualidad, a la cría. Ni siquiera se encontraba en su colonia, sino en el Poblado de Sanidad, por el que pasó casualmente para encontrarse con la terrible visión de este pequeño y las dolorosas heridas que laceraban sus patas traseras hasta alcanzar las ingles y sus órganos genitales.
Inimaginable el dolor que ha soportado el pequeño hasta que fue localizado y trasladado a una clínica veterinaria, donde fue tratado de estas heridas, siendo necesaria una intervención quirúrgica para reparar las zonas afectadas. Tras esa primera intervención, actualmente se sopesa una segunda con la que terminar de recuperar la zona quemada.
El pequeño necesita una casa de acogida o adopción definitiva para poder recuperarse. Es el llamamiento que hace la presidenta de Comunidad Gatuna, Oliva Guerrera. “Casi el cien por cien de las quemaduras se infecta, por lo que es necesario encontrar una acogida para que pueda estar en un lugar controlado, como es un hogar para recuperarse”.
Actualmente, está acogido en una de las colonias de gatos callejeros de nuestra ciudad donde, a pesar de que se le ofrecen todos los cuidados que requiere, Guerrero estima que “no es lo mismo un lugar en el que los voluntarios pueden ir una o dos veces al día que en una casa en el que se puede estar pendiente de él las 24 horas”.
Cuidados, cariño y “mucha proteína para que las heridas cicatricen” son algunos de los ingredientes que este pequeño requiere para intentar recuperar su vida anterior, la de una cría que únicamente tenía que preocuparse por jugar y que ahora vive una dura lucha por sobrevivir.
Los voluntarios de la colonia se desviven para que ello sea posible, pero también es necesaria la solidaridad ciudadana en forma económica para hacer frente a los gastos veterinarios, medicación y alimento que requiere el pequeño.
Cualquier ayuda será bien recibida y todo el que quiera colaborar podrá hacerlo dejando su donativo en los establecimientos ‘Fotocolor Carrasco’ o ‘Xocolat’.