Dos inmigrantes argelinos fueron rescatados anoche por la Salvamar Gadir cuando nadaban en dirección a las playas de nuestra ciudad, muy cerca de la zona del Chorrillo.
Los dos argelinos, que confesaron al llegar al puerto deportivo que tenían veintiseis y dieciseis años de edad, habían sido avistados por una patrulla de la Guardia Civil que estaba de vigilancia en la Avenida Martínez Catena.
Rápidamente dieron el aviso oportuno a Salvamento Marítimo para que la Gadir se dirigiera a la Bahía Sur y pudiera rescatarles.
Trajes
Los mismos iban provistos de traje de neopreno y de aletas, con lo cual estaba claro que habían partido a nado desde la zona cercana a Castillejos, pero a pesar de ir provistos de estos trajes sufrieron las bajas temperaturas del agua, presentando uno de ellos signos de hipotermia.
Una vez rescatados por la Gadir les entregaron unas mantas y los dos inmigrantes decidierion tumbarse sobre el suelo del barco para recuperarse del esfuerzo realizado durante bastantes minutos.
Por parte de la Guardia Civil se dio el aviso oportuno al 061 que nada más presentarse en la zona del puerto deportivo se hicieron cargo de los mismos para trasladarsles hasta el hospital universitario para que les hicieran el oportuno reconocimiento.
Los miembros del 061 les ayudaron a despojarse de los trajes de neopreno y les ofrecieron mantas térmicas.
Indicar que el año pasado se cerró con la entrada de 135 inmigrantes más que en 2009, de acuerdo con las estadísticas oficiales que maneja la Delegación del Gobierno. En datos, el año se cierra con 535 entradas -sin contar las últimas registradas en estos días-, mientras que el pasado año se alcanzaron los 400. De acuerdo con los datos facilitados oficialmente, la presión en balsas fue más patente en los meses de verano pero también hubo un repunte significativo en los meses de abril a mayo, periodo que coincidió con las llegadas de los primeros grupos de cameruneses.
Delegación del Gobierno considera este repunte entre los mínimos que pueden controlarse y destaca la menor presión registrada en el perímetro fronterizo en donde sólo grupos reducidos consiguieron burlar la vigilancia que existe en los más de ocho kilómetros de valla perimetral.