A las pocas horas el subsahariano recibió el alta médica, facilitándose su ingreso en el CETI, en donde será asistido en la enfermería del centro de estancia temporal del Jaral.
La presión migratoria se está produciendo en un 90% por vía marítima, pero esa presión deja hueco a los saltos por una vallado que se supone inviolable pero contra el que pueden luchar algunos sin papeles que dejan en evidencia el efecto de la querencia humana sobre la tecnología más millonaria. En los últimos meses no se han registrado más de diez entradas por el perímetro y la de ayer es la primera desde hace meses, no así ocurre en Melilla, en donde en la última semana se han producido algunas entradas aleatorias de pequeños grupos de subsaharianos.
Tras el episodio registrado ayer se reabre el debate sobre la temeridad de los sistemas de control que existen de forma operativa en la línea fronteriza. Después de los asaltos a la valla de septiembre de 2005 y tras comprobarse el mortal efecto de las concertinas, que actuaron como cuchillas contra los inmigrantes, se acordó la retirada de las mismas. Nunca se hizo, a pesar de la presión de la comitiva de eurodiputados desplazada al efecto a Ceuta y Melilla.
La pesadilla no terminó ahí. En marzo de 2009 la Benemérita encontraba el cadáver del subsahariano Sambo Sadiako colgado de una de las concertinas. Una patrulla localizó el cuerpo en un control de vigilancia; el joven falleció desangrado debido a los cortes producidos por las cuchillas. De nuevo sonaron las alarmas y de nuevo asociaciones y oenegés llamaron la atención sobre estos sistemas de control. Las quejas se acallaron con el paso del tiempo, dejándose aparcado un debate en torno a las medidas de seguridad dispuestas por Interior sobre el vallado con el que garantiza la seguridad en los más de ocho kilómetros de perímetro fronterizo que serpentean la línea divisoria entre Ceuta y Marruecos.
Detalles
Presión terrestre
La marítima es la vía que más éxito tiene, en estos momentos, para la entrada de los inmigrantes. Por eso resulta cuando menos anecdótico que un subsahariano apueste por el salto del vallado para entrar en la ciudad. En los últimos meses no ha llegado a la decena los subsaharianos que han entrado en Ceuta sorteando un vallado plagado de concertinas.
Acuerdo
En 2005, tras los asaltos a la valla en los que murieron varios inmigrantes y decenas resultaron heridos, se aprobó la eliminación de las concertinas, debido a la agresividad que presentaban y a las heridas mortales que podían causar a los inmigrantes a convertirse en auténticas cuchillas. Aquel acuerdo nunca se cumplió.
El último caso
Gracias a la coordinación que existió entre Bomberos, ambulancias y Guardia Civil se consiguió rescatar a este inmigrante que, según fuentes de la Benemérita, llegó a permanecer hasta casi media hora enredado en la valla. El accidente reabre el debate sobre los sistemas de seguridad después de que la propia UE lo haya criticado.
Estadísticas
Julio se cierra con casi 300 entradas que no han colapsado el CETI gracias a las salidas.