Reproches para todos en el ‘Día del Parado’

La efeméride conmemoraba el Día del Trabajo, o del Trabajador, pero  quienes no saben desde hace demasiados meses lo que es tocar una nómina optaron ayer por bautizar la jornada reivindicativa del 1 de Mayo como Día del Parado.

Los casi 180 ceutíes que secundaron la marcha de protesta paralela convocada por Izquierda Unida y el PDSC –a la que se sumaron organizaciones como CGT, PRUNE, la Comunidad Islámica Al Bujari o la Asociación de Vecinos Pasaje Recreo Bajo– tenían una larga lista de objetivos contra los que disparar sus proclamas: el Gobierno central, al que achacan una política económica errática que ha elevado aún más el listón del paro; el Ejecutivo local, al que reclaman trabajo sin éxito a diario frente a las puertas de la Asamblea; Caballas, formación a la que culpan de dejarse seducir más por el laberinto administrativo de la política que por la búsqueda de soluciones; a los sindicatos de clase, en los que no se ven representados; los partidos de la supuesta izquierda que tampoco dan cobertura a sus reivindicaciones... Suma y sigue.
Reunidos frente a las puertas del Ayuntamiento, la marcha de los descontentos arrancó a las 12:00 y recorrió la Avenida Sánchez Prado, la Plaza de la Constitución y el Paseo del Revellín antes de detenerse en la Plaza de España, frente al edificio de Correos. Apenas unos metros más arriba, en la Plaza de los Reyes, la manifestación de CCOO y UGT, a la que se habían negado de forma rotunda a sumarse, ya se había disuelto. De allí, el camino inverso les devolvería al entorno del Palacio de la Asamblea, donde uno de sus portavoces dio lectura al manifiesto que resumía sus consignas.
La pancarta que abría la marcha animaba a desmontar el entramado político y económico que los convocantes consideran culpable de una cifra, la de desempleados, que ha convertido a Ceuta en la segunda comunidad con mayor cantera de desocupados de toda la Unión Europea:  “14.000 parados, 14.000 razones. Hay alternativa, rebélate” era el lema que inauguraba la protesta. Detrás, otras no menos elocuentes: “La política del Gobierno es el rostro de la pobreza en Ceuta”, “SOS, Ceuta se muere”, “Contra el paro, tolerancia cero”,  “Paro=miseria y marginación”, “Los 281,16 euros son un insulto a los trabajadores” o “No más mentiras, no más promesas incumplidas”. Y de fondo, el sonido de los silbatos que había repartido la organización y los gritos de “Menos corrupción, más trabajo” o “Parados, la lucha continúa”.
La protesta de los autodenominados indignados se disolvió tras la lectura de un manifiesto en el que los convocantes alertaron de que “nos enfrentamos al ataque más brutal y antidemocrático que hayamos sufrido los trabajadores y parados en mucho tiempo” y denunciaron que el Gobierno central “presentan medidas contra la crisis que son sólo un intento de rapiña sobre salarios, las conquistas de los trabajadores y los derechos sociales” y en las que “no importan las personas y sus derechos, sino el beneficio de los bancos y las multinacionales”. Extrapolado a Ceuta, recordaron el dato del “72 por ciento de paro juvenil” o la “reducción de más del 10 por ciento en los salarios, mientras que han aumentado los beneficios empresariales en más de un 6 por ciento en el mismo periodo”.
Contrarios a cualquier tentativa de resignación, los partidos y organizaciones que ayer secundaron la protesta alternativa reclamaron “unidad y confluencia de luchas”, además de un “compromiso sin matices en la defensa de los intereses de la clase trabajadora”. De ahí que llamaran “al conjunto de la ciudadanía y a quienes sufren la crisis a salir a la calle, a movilizarse, siempre que crean que se les están arrebatando sus derechos”. Mientras no cambie el escenario, el Día del Parado volverá a amanecer hoy de nuevo para ellos.