A partir del martes solo sacarán bultos quienes las tengan y hayan entrado por ‘Tarajal II’
De manera periódica se irán cambiando para evitar falsificaciones
4.000 tarjetas para evitar el caos en el Tarajal. Esta es la nueva medida anunciada por la administración para terminar con el desbarajuste que supone el tráfico de mercancías y que ha quedado reflejado con mayor evidencia desde la apertura del paso ‘Tarajal II’, que ha multiplicado la entrada y salida de porteadores en busca de bultos.
Pues bien, de la última reunión mantenida entre Ciudad y Delegación se ha concluido el reparto de 4.000 tarjetas a partir del próximo martes, en una franja horaria determinada. Tarjetas que serán repartidas por los propios vigilantes de seguridad que hay en la entrada al polígono a cada porteador y que éste tendrá que devolver cuando pase el bulto por el filtro. Los vigilantes irán así entregando y recogiendo tarjetas y solo podrán sacar bultos los que las entreguen, repitiendo la misma actuación hasta determinada hora (se ha barajado las 10.30/11.00) cuando ya no se repartían más hasta el día siguiente.
Esta medida comenzará a aplicarse el martes y, según valoró ayer el portavoz del Gobierno, Jacob Hachuel, servirá para frenar el porteo que intentan llevar a cabo personas que acceden con su pasaporte por la frontera porque cuando acudan a las naves a sacar el bulto pretendido no tendrán tarjeta y no lo podrán sacar, ya que no habrán entrado por el acceso ordinario y legal.
“Los intentos por limitar el número de porteadores hasta ahora no han sido eficaces”, reconoció el propio Hachuel, confiando en que esta medida, sobre la que hace semanas apuntó ya la asociación ‘Marea Negra’, sí lo sea.
Ante el temor a que las tarjetas se falsifiquen, de forma periódica se irán renovando las tarjetas, garantizándose así que el porteo se ciña a un número concreto de personas en un periodo también concreto de horas. Esto no descarta, en cambio, que puedan formarse tapones fuera del polígono, como de hecho históricamente se han formado, protagonizados por los miles de porteadores que querrán acceder a las naves y no podrán porque carecerá de sentido hacerlo sin dicha tarjeta.
Hachuel, no obstante, insistió en que esa “masificación” no es previsible por cuanto se están adoptando ya otras medidas complementarias, como son las que pasan por el filtro exhaustivo que están llevando a cabo las fuerzas de seguridad en la frontera y que ha provocado que esta semana se hayan producido cierres intermitentes de la misma. Hachuel también aludió al control electrónico en el que también se está trabajando para que el control sobre las personas que entran a Ceuta sea cada vez más exhaustivo. A esto se añade el control sobre los camiones que tengan destino Tarajal para saber qué mercancía traen y dónde la descargan, así como la existencia de naves consigna y almacenes patera en donde están pernoctando en malas condiciones cientos porteadores. Éstos, al dormir en Ceuta, no podrán entrar por el filtro de pase a ‘Tarajal II’ con lo que no recibirán tarjeta, y, por tanto, no podrán salir con la mercancía. En las mismas circunstancias estarán todas aquellas personas que están saltando a la carrera por la tapia de la piscifactoría, que han protagonizado los vídeos de FAROTV, porque no dispondrán de la tarjeta.
Desde la apertura del nuevo paso el efecto llamada ha sido demoledor, tanto que miles y miles de personas quieren entrar a Ceuta a portear lo que ha terminado por superar no solo cualquier previsión efectuada en nuestra ciudad sino, también, la que pueda tener Marruecos en cuya frontera se están produciendo altercados diarios.
El reparto de los tickets, el experimento que fracasó El anuncio del reparto de tarjetas trajo a la memoria el sistema de tickets controlado por la Policía Nacional cuando operaba el Biutz. Un sistema que permitía solo portear al que tenía el ticket y que terminó convirtiéndose en todo un fracaso en manos de las mafias de los plantos. Se falsificaron, se vendían y eran controlados por quienes sacaban la mercancía de las naves consigna y controlaban el reparto. El sistema en sí generó avalanchas, malestar entre porteadores que nunca podían sacar bultos y dio pie a una mafia que terminó protagonizando sucesos violentos. Lo que debía estar controlado por la Policía terminó desvirtuándose. Es el precedente más cercano y similar al que ahora se quiere aplicar.
Ruedan cabezas en la frontera Varios agentes de la aduana marroquí han sido trasladados de “forma sorpresiva” desde su puesto en el paso fronterizo de Bab Sebta por su supuesta implicación en casos de “corrupción y clientelismo”, informaron ayer varios medios marroquíes.
El diario Al Masae señaló que esos funcionarios, cuyo número no fue revelado, fueron trasladados a otras ciudades tras los resultados de una inspección realizada en el paso fronterizo a mediados del mes pasado.
Según el rotativo, la comisión de inspección, enviada por la administración central de la aduana marroquí, realizó una amplia investigación y entre los agentes sancionados se encuentra un comandante de brigada y un inspector.
Los agentes sancionados fueron trasladados a diferentes ciudades del país, como Marrakech y Agadir.
Aunque fuentes aduaneras dijeron a Al Masae que la mutación de esos funcionarios es una decisión “normal”, la Administración de Aduanas no se ha pronunciado oficialmente al respecto.
Por su lado, el diario Ahdaz al Magrebiya se refirió ayer a ese cambio de agentes aduaneros, al apuntar que habían sido castigados por sus supuestos vínculos con contrabandistas.
No está claro si esos traslados guardan relación con los últimos acontecimientos vividos en la frontera ceutí, con el cierre obligado del paso ‘Tarajal II’ durante una semana ante el efecto llamada causado que provocó la entrada y concentración en las naves de hasta 10.000 personas, teniendo que ordenarse dicha clausura por medidas de seguridad.