La
Hermandad de Buena Muerte, Mayor Dolor y Virgen de los Remedios ha anunciado este viernes que preparan la celebración de los días en honor de la virgen de los Remedios, “especial protectora de la Almina de Ceuta”. Así, los próximos días 21, 22 y 23 de septiembre tendrá lugar el anual triduo a las 19.00 horas que comenzarán con la exposición del Santísimo, el rezo del Rosario, el ejercicio del Triduo y la eucaristía, según ha informado la hermandad en nota de prensa. El jueves, día 24, la hermandad celebrará la Función Solemne, día de la festividad de la Virgen Remediadora. Aunque las medidas de prevención sanitarias por el
coronavirus motivan que no se pueda exponer la sagrada imagen al tradicional y devoto besamanos, sí estará ubicada en un lugar preferente para que los fieles que lo deseen puedan mostrarle su respeto y devoción.
Exaltación de la Santa Cruz
Otros cultos que van a tener lugar estos días son la celebración de la exaltación de la Santa Cruz el próximo lunes, día 14, con la exposición del Santísimo, el rezo de las Cinco Llagas y la Santa Misa, desde las 19.00 horas; y el martes, día 15, tendrá lugar el rezo de la Corona Dolorosa de la Virgen de los Dolores antes de la misa, también desde las 19.00 horas. La historia de la Parroquia de los Remedios comienza con el sitio impuesto por Muley Ismail en 1694 a la ciudad de Ceuta. Afectó en gran medida a la ciudad intramuros, trayendo como consecuencia el paso de la población civil a la península de la Almina. Surge, de este modo, la necesidad de edificar una nueva iglesia con el fin de atender la atención pastoral de la población ceutí. El obispo don Sancho de Velunza y Corcuera se erigió en verdadero promotor de la construcción del nuevo templo, cuya primera piedra se colocó el 5 de mayo de 1715, bendiciéndose el 11 de octubre de 1716. El templo parroquial de los Remedios ha sufrido numerosas transformaciones hasta llegar a nuestros días, dando como resultado que su estructura original aparezca bastante alterada. El retablo mayor procede de la desaparecida iglesia de Nuestra Señora de Gracia, que perteneció a la Orden de los Trinitarios Descalzos, fechable en el segundo tercio del siglo XVIII. En sus archivos parroquiales figuran el bautizo del Teniente Ruiz y la defunción de Augustina de Aragón, héroes de la Guerra de la Independencia. Desde el año 1989 es regentada la parroquia por la Orden de San Agustín, siendo su primer párroco el padre Agustín Napoleón Cilleruelo.