Los trabajos de habilitación del edificio, afectado por su fuerte exposición al mar, han salido a licitación por 149.971 euros. Han aparecido también grietas y fisuras por su “ligeros asentamientos diferenciales”.
Su historia se remonta a finales de los años 20 del siglo pasado. Durante todo ese tiempo el edificio de oficinas de la Autoridad Portuaria, ubicado en el Muelle España, ha estado expuesto al mar y a los vientos, unas veces de poniente y otras de levante. Esas circunstancias “han generado todo tipo de impactos en la obra”, se indica en el documento que describe los trabajos a los que va a ser sometido. Además, el edificio “ha presentado ligeros asentamientos diferenciales que con el tiempo han supuesto la aparición de fisuras y grietas”.
Todos estos daños son los que se pretenden subsanar con los trabajos de habilitación que se van a llevar a cabo. Con ese objetivo, la Autoridad Portuaria ha sacado a licitación el contrato para adjudicar las obras. Eliminar y en su caso sustituir los elementos deteriorados, reparar grietas, eliminar oxido, sellar ventanas... En definitiva, ‘rejuvenecer’ el edificio tendrá un coste aproximado de 150.000 euros. Ese es el presupuesto que ha destinado la Autoridad Portuaria para la persona física o jurídica a la que se adjudique el contrato. Será quien presente el precio más bajo, ya que ése es el único criterio de adjudicación, siempre que las proposiciones presentadas no hayan sido declaradas desproporcionadas o anormales por su bajo importe.
El pago de los trabajos se realizará tras su recepción, aunque se podrán admitir recepciones parciales a cuenta del importe total de adjudicación. Esas obras “se centrarán en actuaciones sobre grietas en voladizos, y en la torre del reloj, bajos del edificio, marcos de ventanas y cargaderos antiguos metálicos que por corrosión abren hacia a fuera”, se indica en la descripción de los trabajos. También será necesario realizar un tratamiento de humedades, oxidaciones de escaleras exteriores metálicas, barandillas, vigas y protecciones de acceso a la torre. Para poder llevar a cabo todas estas labores, la empresa adjudicataria deberá disponer de “medios de elevación homologados para los trabajos en altura”. Además, se utilizará diversa maquinaria y procedimientos técnicos para la eliminación del óxido en las partes metálicas exteriores, aunque en los lugares donde haya elementos frágiles se deberán emplearse métodos manuales.
El voladizo de la fachada presenta una serie de “fisuras pasantes estructurales”. En este caso está previsto sanearlas previamente antes de su reparación. Además, tras su limpieza pueden aparecer otras zonas dañadas.
También habrá que realizar sellados de ventanas mediante la retirada de elementos defectuosos y reposición con masilla.
Las reparaciones de los volúmenes perdidos, como los alféizares partidos, se realizarán mediante reconstrucción con morteros. Sin embargo, en algunos casos será necesaria su reposición.
La Autoridad Portuaria también quiere que se protejan y disimulen los cables y tubos pasantes en el voladizo. Con este fin, se ha dispuesto la construcción de unas pequeñas bancadas de ladrillos en la parte superior, para impedir la entrada de más humedades. Además, para cubrir los cables y tubos, se colocarán canaletas anchas que después se pintarán del mismo color que el resto del edificio. En este sentido, para el acabado de pintura del edificio se ha previsto utilizar un revestimiento acrílico en dispersión acuosa, impermeable a la vez que decorativo. El objetivo es que ofrezca una protección duradera a la fachada “frente a los ataques típicos de ambientes tan expuestos como la zona costera donde se encuentra el edificio”, se indica en la documentación del proyecto.
Las grietas también han aparecido en cargaderos de las ventanas. En este caso, para su reparación se procederá al picado manual de las partes sueltas y a la limpieza de las mismas.
Finalmente, está prevista la impermeabilización de terrazas y cubiertas, además de la parte superior del voladizo. Este trabajo se realizará aplicando “tres manos de membrana líquida de poliuretano”.
La cuantía de la oferta que finalmente sea la adjudicataria del contrato deberá cubrir, además de los costes de los trabajos de construcción, “todos los recursos humanos, equipos, materiales, medios auxiliares y accesorios necesarios”. Así mismo, en el pliego de condiciones se estipula un año como plazo de garantía. Mientras que no finalice, el contratista deberá responder de la ejecución de la obra y de las faltas que hubiera en ella.
Documentación gráfica de las distintas intervenciones contempladas en el proyecto
Los informes necesarios para proceder a la adjudicación del contrato vienen acompañados de una amplia documentación gráfica. En las imágenes se aprecian los elementos que se han visto deteriorados por el pasado tiempo y por la proximidad del edificio al mar. Su ubicación provoca la aparición de humedades en distintas zonas y elementos. Además, el inmueble se encuentra desprotegido ante los vientos de levante y poniente. Todas estas circunstancias, junto con los ligeros asentamientos diferenciales de su estructura, han provocado la aparición de fisuras y grietas, además de óxido en los elementos metálicos. Este deterioro obliga a reparar las partes afectadas y a retirar “elementos perjudiciales antiguos del edificio que no tengan utilidad”, se indica en la documentación. Algunos, como los alféizares de piedra, quizá deban ser repuestos.
Un edificio construido en 1929
El Plan General de Ordenación Urbana de 1992 lo incluye dentro de la lista de edificios catalogados en el nivel 2 de protección. Este inmueble, que acoge las oficinas de la Autoridad Portuaria, fue levantado en 1929 con planos del arquitecto Manuel Latorre Pastor, sobre un replanteo de un edificio de corte palaciego de Andrés Galmés Nadal, según se describe en la documentación que acompaña al proyecto para los Trabajos de Habilitación. Es un ejemplo claro de arquitectura modernista, de estética máquina. De hecho, está inspirado en un barco, con su importantes aleros volados, sus vanos en forma de ojos de buey y espacios que recuerdan a las chimeneas de un buque.
Se encuentra ubicado junto al mar y ha sido restaurado en varias ocasiones. El estado de conservación en el que se halla el edificio viene motivado por su antigüedad. Se acerca a los 90 años. En diferentes puntos, el inmueble presenta daños y desperfectos. Por este motivo y para permitir la continuidad y habitabilidad del mismo es “aconsejable la realización de ciertos trabajos de adecuación”, se indica en el documento. Y especifica que con estas tareas se tratará de subsanar las grietas, fisuras, humedades y oxidaciones y corrosiones de partes metálicas que se han evidenciado.
Para llevar a cabo las reparaciones será necesario realizar picados para el saneamiento de humedades. También tendrá que realizarse la adecuación de grietas y fisuras. Además será necesario el cepillado y tratamiento antioxidación de las partes metálicas afectadas.
Así mismo, hay que realizar revocos y enlucidos, se retiraran las partes sueltas y humedades.
Está previsto llevar a cabo sellados de ventanas y el cerramiento de conductos pasantes y canalizaciones. Además, el proyecto contempla la impermeabilización de cubiertas, petos, pretiles, terrazas y voladizos. Es necesario retirar los elementos perjudiciales antiguos del edificio que no tengan utilidad.
Una vez finalizados los trabajos, el edificio ofrecerá una imagen totalmente renovada ya que también está previsto el pintado de su totalidad “con pinturas de primera calidad auto limpiables de resinas acrílicas y siliconas en dispersión acuosa para mayor protección”, se especifica en la documentación. Finalmente, también esta prevista la reparación o, si es necesario, reposición de alféizares de piedra.
Todas estas obras, arreglos y sustituciones de elementos deberán estar concluidas en cinco meses, ya que ese es el plazo de ejecución, que comenzará a contar en el momento en que se comunique al adjudicatario la autorización para el inicio de los trabajos.