Eran unos villanos, unos delincuentes, gente peligrosa para los inmovilistas y los que temían que este movimiento sacara a la luz los abusos y corruptelas, entre ellos, el director General de la Guardia Civil, Luis Roldán. Y eran héroes para otros, porque tuvieron la dignidad de pelear para que los guardias civiles dejáramos de ser los parias de la democracia española. Fueron los que pusieron en marcha el Sindicato Unificado de la Guardia Civil o la Unión Democrática de Guardias Civiles.
El tiempo pone a cada uno en su sitio y, en este caso, el tiempo ha dictado sentencia y la Guardia Civil hará justicia con nuestros compañeros D. Manuel Rosa Recuerda -conocido como el cabo Rosa-, D. José Morata Gargallo, D. José Carlos Piñero y el inolvidable D. Manuel Linde, el guardia sin miedo, porque en el Pleno del Consejo de la Guardia Civil del pasado día 15 de diciembre se aprobó la restitución en el empleo de nuestros compañeros. Guardias Valientes que abrieron el camino para que disfrutemos de los muchos derechos que hoy tenemos.
“El pasado día 15 de diciembre se aprobó la restitución en el empleo de nuestros compañeros. Guardias Valientes que abrieron el camino para que disfrutemos de los muchos derechos que hoy tenemos”
Aquella Guardia Civil de 14 horas diarias de servicio, sin días de descanso a la semana, de arrestos privativos de libertad dictados por simples mandos, aquellas imposiciones a pagar comidas y asociaciones religiosas; aquellos arrestos a escribir mil veces en una cuartilla un artículo del reglamento y, sobre todo, la falta de derechos ha dado paso a esta nueva Guardia Civil. Una Guardia Civil todavía lejos de lo que los guardias civiles se merecen, entre otras cosas, la equiparación real con las policías autónomas y locales, sin olvidar un estatuto laboral en idénticas condiciones a nuestros compañeros del Cuerpo Nacional de Policía y la no aplicación del Código Penal Militar a los guardias civiles.
Lejos queda la ‘Operación Columna’ donde se ordena a los servicios centrales de Información de la Guardia Civil investigar y detener a los promotores del movimiento asociativo. Una operación en la que aparecían expresiones como “eliminar objetivos, células organizadas o ideología irrecuperable” para describir a los guardias civiles dirigentes del movimiento asociativo. Una operación que provocó que muchos de nuestros compañeros -entre ellos los referidos en este artículo- fueran detenidos y enviados a prisiones militares.
Esta es la historia de unos compañeros que en breve serán rehabilitados, no INDULTADOS, porque su único delito fue tener la dignidad y la valentía de levantar la voz ante la injusta, antidemocrática e inmoral situación que padecían y vivían los guardias civiles y sus familias.
El tiempo pone a cada uno en su sitio.