Hasta 40 minutos les cuesta aparcar a los vecinos de La Reina. En ese tiempo, podrían ir desde el monte Hacho hasta el Tarajal dos veces. Las plazas de aparcamiento están ocupadas por
vehículos abandonados que llevan ahí años y por
chatarra que antes hacía las veces de coche. Así, resulta imposible encontrar un hueco libre para
aparcar el coche cerca de casa en esta zona concreta de Ceuta. El resultado: La Reina se ha convertido en un cementerio de coches abandonados. Es la denuncia que hacen pública los vecinos de esta barriada junto a los Rosales.
Se quejan de que llevan años aguantando esta situación, pero que nadie les hace caso. Se han puesto en contacto con distintas administraciones, pero, aseguran, nadie hace nada ni proponen una solución. Al principio temían las represalias que podría acarrear hacer público el problema, pero la situación se ha vuelto insostenible. Después de estar dando vueltas, la única opción que les queda a los vecinos es aparcar en la calle Claudio Vázquez teniendo que ir después andando hasta su hogar. Lo que al final, suponen diez minutos más de tiempo gastado en esta odisea de aparcar.
Más allá del claro inconveniente de que encontrar un sitio para dejar el coche cueste más tiempo que cualquier trayecto de un punto a otro de Ceuta, el problema para los vecinos que lo denuncian es que estos coches abandonados no dejan de ser un foco de vandalismo. Según cuentan, sirven de dormitorio para los inmigrantes que no tienen donde pasar la noche en la ciudad. Basta con tapar las ventanillas con plásticos y papeles y ya entrar a dormir. Contabilizan estos coches abandonados, algunos con matrícula extranjera, en unos ocho, dispuestos a uno y otro lado de la carretera, en las rayas blancas en las que aparcan los vecinos. Incluso hay un vehículo que lleva años junto a los contenedores y nadie hace nada.