Regreso a las aulas

Primero, recuerda el director de la Biblioteca Municipal, José Antonio Alarcón, fue el Colegio General Orgaz (tres unidades escolares y tres casas para maestros) que se mandó construir en septiembre de 1936 sobre planos de José Blein y comenzó a funcionar a principios de 1939 con el traslado allí de las dos primeras Escuelas Nacionales creadas en el Campo Exterior, las de la Colonia Romeu, una de niños y otra de niñas. La tercera unidad escolar, un parvulario, no pudo comenzar a funcionar hasta finales de 1945 atendida por un maestro municipal.
Más adelante existieron el Colegio Nacional Miramar y el Colegio Público Miramar hasta que, en 1984, su director, José Antonio Palomo, que lo sigue siendo, propuso bautizarlo como Colegio Público Federico García Lorca. Sus actuales dependencias fueron inauguradas el 16 de julio de 1987 por el ministro socialista José María Maravall, comenzando la actividad en el nuevo edificio, evento del que este mes se celebra el XXV aniversario,  en el curso 1987-1988.
Durante el último cuarto de siglo por sus aulas han pasado miles de jóvenes como alumnos y decenas de docentes. Esta semana, en plena efervescencia por la realización de las pruebas de la Evaluación de Diagnóstico, ‘El Faro’ ha acompañado en su regreso a las aulas, los pasillos y los patios en los que trabajaron y estudiaron, respectivamente, a las consejeras de Educación y Presidencia, Mabel Deu y Yolanda Bel, y al líder de la oposición en la Asamblea, Mohamed Ali.
Los tres son algunas de las caras públicas que han estado vinculadas a un centro en el que también ejerció la docencia el ex diputado nacional Juan José León Molina y por cuyo Consejo Escolar han pasado representando al Ayuntamiento o a la Ciudad, entre otros, Miguel Illescas, Fernando Jover, Santiago Vicente Pecino, José Antonio Alarcón, Andrés del Río, Antonio Francia, Ángel Díez-Nieto o Luis Márquez.
“El García Lorca fue mi primer destino definitivo en Ceuta”, recuerda Deu, que reparte besos, abrazos y sonrisas entre “compañeros con los que no siempre puedo compartir todo el tiempo que me gustaría”. A la consejera, como a Bel, la apartó de las aulas la política. La actual titular de Educación fue docente de Gimnasia y Matemáticas del centro de Miramar cuando en él todavía se impartía también Secundaria entre 1996 y 2001. Tras pasar por el ‘Ramón y Cajal’ y el ‘Reina Sofía’, su homóloga de Gobernación aterrizó en sus patios, donde permaneció un curso como maestra interina de Educación Física, en el año académico 2002-2003.
Las dos aseguran que “echan de menos” la rutina docente de un centro del que guardan “fantásticos recuerdos”. “Se trata de un centro muy organizado, tanto hoy como entonces, con un equipo directivo muy compacto y un conjunto de profesionales muy comprometido”, alaba Bel, que comparte con Deu y el líder de Caballas su satisfacción porque, pese a que van cumpliendo años, “a pesar de ser un centro relativamente antiguo se han sabido hacer inversiones para mantener la mejor atención posible al alumnado”.
Estudiante (“regular, lo fui mejor en la Universidad”, según reconoce entre risas con un docente que fue compañero de pupitre a finales de los ochenta, del CEIP García Lorca) fue durante dos años, los últimos de EGB, Mohamed Ali, en cuyos años mozos no existía todavía la planta superior del edificio y el patio aún no estaba techado.
“Cuando la Dirección funciona bien es más fácil rendir al mejor nivel”, apunta Bel, que “desde pequeña” tenía claro que quería ser “maestra de Educación Física”. Deformación profesional, la vocación le lleva a destacar las ventajas que para el ejercicio de su disciplina conlleva disponer de un patio a salvo de las inclemencias meteorológicas, aunque a los tres atrae especialmente el proyecto que, aprovechando las Tecnologías de la Información y la Comunicación, funciona desde hace años para mejorar la competencia lingüística y sus destrezas digitales con resultados “espectaculares”: el número de niños que hacen pleno de aciertos en las evaluaciones rutinarias ha pasado de “uno” a “más de cien”.

Innovación permanente
Además, sus aulas son, junto a  las del IES Clara Campoamor, las únicas de la ciudad en las que se desarrolla el convenio British Council de enseñanza y aprendizaje bilingüe en español e inglés. No sólo: Alarcón subraya que el colegio se ha caracterizado por “su constante apuesta por la innovación con programas como ‘Atenea’, ‘Mercurio’, ‘Hábitos alimenticios saludables’, ‘Educación Compensatoria’, ‘Escuelas Viajeras’...
El colegio tiene actualmente más de 20 unidades escolares, un Claustro con cerca de 30 profesionales y 525 alumnos. Casi 150 de ellos comen a diario, divididos en dos turnos, en el comedor escolar del centro, que Ali recordaba “más grande”. Entre fogones, mientras Deu sigue saludando ex compañeras, Bel se felicita porque “la relación, cercana pero de respeto, algo que en algunos casos se ha perdido, entre los maestros y los estudiantes sigue siendo la tónica general”. En las aulas, los tres políticos se congratulan por la soltura con la que los más pequeños les ilustran sobre el funcionamiento de las pizarras digitales. “De esto no había cuando yo era estudiante”, advierte Ali, titulado en Derecho, a los niños.
El centro conmemorará oficialmente el XXV aniversario de su apertura (y el medio siglo que ha pasado desde que, en 1963, se terminaron de instalar los barracones de General Sanjurjo, con 4 unidades escolares), a finales de este mes con un amplio abanico de actividades que se desarrollarán durante los días 30 y 31.

“Este proyecto innovador debería extenderse a otros centros”

Deu, Bel y Ali tuvieron la oportunidad de conocer de primera mano el proyecto innovador con el que el García Lorca intenta y consigue compensar carencias fundamentales de su alumnado en la competencia lingüística y la brecha digital utilizando las Tecnologías de la Información y la Comunicación como vehículo para “convertir el lenguaje en lo que ha de ser, comunicación”, y motivarles a utilizar el castellano más allá del tiempo escolar. Desde que se implementó hasta ahora, el número de alumnos que completan con éxito todas las preguntas de las evaluaciones periódicas se ha disparado exponencialmente. “Se logra desarrollar unas garantías de comunicación hasta el momento desconocidas por nuestra comunidad”, explicaron a los políticos. Bel se mostró convencida de que la experiencia “debería extenderse a otros centros locales”.