La ‘familia’ de alrededor de mil personas que, entre estudiantes de sus cinco grados y sus tres másteres (839 y 135, respectivamente, el curso pasado) y docentes (81), forma la
Facultad de Educación, Economía y Tecnología de la UGR en Ceuta ha festejado este sábado a su Patrón, Santo Tomás de Aquino, con un
acto institucional y académico en el Campus Universitario que gravitó sobre la reforma de la
profesión docente, tema al que se ha dedicado la conferencia pronunciada por la presidenta de la Conferencia de Decanos del ramo de España, Carmen Fernández.
La ponente hizo un ejercicio de diagnóstico en el que concluyó que es necesaria y posible siempre y cuando se aleje de partidismos y “ocurrencias” y consiga concitar la atención y colaboración de todos los agentes educativos y sociales.
La rectora de la institución nazarí, Pilar Aranda que presidió la cita, se alineó con ella en que el texto “técnico” presentado por el Gobierno central parece un buen punto de partida para activar una reflexión que se considera necesaria y urgente para implementar medidas como la limitación de la oferta de plazas de matriculación en los grados de Infantil o Primaria y el Máster de Secundaria, algo que no se considera preciso en las ciudades autónomas porque sus cifras están “muy ajustadas” a la realidad de Ceuta y Melilla.
El documento propone precisamente el establecimiento de una prueba de acceso a los grados de Infantil y Primaria teniendo en cuenta los niveles de empleabilidad en la que se evaluaría la competencia comunicativa y razonamiento crítico y la competencia lógico-matemática e incluiría aspectos referidos a actitudes y competencias de la profesión docente, pero Aranda ha augurado que en ningún caso se implantará con vistas al próximo curso y difícilmente para el siguiente.
El borrador del Ministerio propone también establecer un nuevo modelo de iniciación a la docencia (PID) en la formación inicial basado en el aprendizaje en la práctica. Dicha propuesta incide en la mejora de las prácticas de los Grados y el Máster (la decana de la Facultad, María José Aznar, agradeció ayer a la directora provincial del MEFP, Yolanda Rodríguez, también presente, su colaboración permanente), para asegurar que todo aquel que quiera comenzar su carrera en la docencia “reciba la formación necesaria para poder ejercer y, desde ese momento, pueda realizar una incorporación paulatina a la profesión”.
Ampliación a la vista
La rectora remarcó, por su parte, un aplauso a la Ciudad Autónoma que encarnó en la figura del consejero de Educación, Carlos Rontomé, en primera fila del auditorio, porque sin el respaldo de la administración local “nada de lo que se hace en este Campus, aunque dependa del Ministerio de Universidades sería posible”.
En esa línea, aseguró que la UGR licitará de inmediato las obras que se van a ejecutar en el edificio anexo al antiguo acuartelamiento del Teniente Ruiz para poder disponer de más espacios con los que completar el desdoblamiento de las aulas de Enfermería, un proyecto que financiará el Ejecutivo local y que permitirá a las dos facultades locales seguir mejorando al margen de la renovación de las acreditaciones de sus títulos tras la consecución de hitos como el del Laboratorio de Biomecánica o la implementación, el pasado curso, del programa Hermes de intercambio de docentes con los centros educativos.
Interculturalidad e implicación, claves de mejora en la ciudad
El expresidente y el actual máximo responsable del Foro de la Educación de Ceuta,
Francisco Mateos y Francisco Díaz-Rosas, apuntaron ayer recetas para mejorar el sistema local. Según Mateos, se necesita “hacer un Plan Estratégico de infraestructuras y métodos de trabajo, pero sobre todo tener en cuenta que es una ciudad vario y pluricultural, algo que pesa mucho, porque mientras no tengamos esa conciencia intentaremos mejorar las cosas sin éxito”. Díaz-Rosas, por su parte, recalcó que “la implicación de todos los sectores es indispensable para mejorar el funcionamiento del sistema educativo”. Se mostró “optimista”, pues según su criterio “se están haciendo esfuerzos para caminar en la buena dirección”.
Fernández censura el "uso partidista" de la Educación y pide corresponsabilidad
La presidenta de la Conferencia de Decanos y Decanas de Educación de España, que ocupa ese cargo en la Universidad de Santiago de Compostela, Carmen Fernández, pronunció ayer en el acto de Santo Tomás de Aquino celebrado en el Campus una conferencia titulada ‘La reforma de la profesión docente ¿una misión imposible?’ en la que subrayó con “valentía, brillantez y autocrítica”, según la rectora de la UGR, la necesidad urgente de abordar un proceso que acaba de impulsar el Gobierno con un borrador. “Es un proyecto que concita muchos intereses corporativos y económicos y en el que confluyen muchas voces de cuestionable criterio pedagógico: en 40 años no ha sido posible y me pregunto si esta misión no será realmente imposible”, planteó. A su juicio estará condenada al fracaso “si las administraciones educativas no son capaces de entenderla como de interés general y si la comunidad educativa renuncia a ejercer el papel determinante que nos corresponde”.
“Esta reforma es posible, pero requiere grandes dosis de colaboración, empatía y resistencia, ya que mejorar la profesión docente es imprescindible y durante estos años no hemos encontrado ni un argumento de peso, ni un obstáculo irresoluble, para hacerlo”, lamentó Fernández, que censuró “el uso partidista de la Educación” y las “apelaciones al descrédito del profesorado” para cambiar leyes.
“Las administraciones no han sido capaces de coordinarse y cooperar desde sus competencias y ha faltado rigor sobre cómo abordar una reforma de este calado, sin un diagnóstico previo y con propuestas altamente ideologizadas”, prosiguió la experta, que entiende que “tampoco ayuda” la existencia de dos ministerios como los de Educación y Universidades. “Tenemos dificultades para colaborar horizontal y colaborativamente con las escuelas y no creo que esta reforma vaya a ser imposible, pero sí debemos ser conscientes de las dificultades”, resumió.
Fernández valoró que el Gobierno central ha tenido en cuenta las propuestas de la Conferencia que preside. “En los grados de Primaria e Infantil hay más de 122.000 estudiantes matriculados en toda España con 35.000 de nuevo ingreso cada año, cifra en continuo aumento a razón de casi el 10% anual; en el Máster de Secundaria la situación es todavía peor: 50.000 plazas al año con un crecimiento parecido”, contextualizó. Mientras, “la oferta anual de empleo en el mejor de los casos no pasa de 15.000 puestos”. “La formación inicial se ha convertido en un nicho de mercado”, criticó sobre el hecho de que la oferta privada ya abarca el 57% del total.
También rechazó las “veleidades” u “ocurrencias” como “desvincular la formación inicial de las universidades”, “elevar más y más el número de plazas de ingreso apelando al mercado”, “eliminar la exigencia de un título de capacitación pedagógica para Secundaria”, “crear un Cuerpo único”, “suprimir las prácticas que son esenciales” o “crear un ‘MIR educativo”.
“La reforma debe inspirarse en cuatro ideas que generan consenso: que sea sistémica porque cambiar un elemento no consigue nada; usar un marco común sobre las competencias que debe adquirir un docente; ordenar como una responsabilidad compartida la colaboración entre universidades y centros educativos; atraer a los profesionales más idóneos; elevar la calidad de la formación pensando especialmente en la parte práctica; actualizar los títulos; introducir un sistema de selección cualitativa durante el primer año…”, enumeró en una llamada unánime a hacer “política”, es decir, a “mejorar las cosas”.