El Día Mundial del Medio Ambiente es la fecha más importante en el calendario oficial de las Naciones Unidas, para fomentar la acción ambiental. Desde 1974, el 5 de junio se ha convertido en una plataforma global de alcance público que reúne a gobiernos y ciudadanos en torno a un asunto ambiental apremiante. Este año el eje sobre el que gira es la biodiversidad, que tiene relación con el establecimiento de normas y actividades de protección, restauración, conservación y mejora de los recursos y, en particular, de los espacios naturales, y de la flora y fauna silvestres. Este reto ambiental que se afronta como sociedad, presenta en Ceuta aspectos propios por nuestra singularidad geográfica. Contamos con espacios naturales protegidos, donde se establecen medidas para contribuir a garantizar la biodiversidad mediante la conservación de los hábitats naturales, la fauna y la flora silvestres. Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugares de Interés Comunitario (LIC), como el de “Benzú-Calamocarro”, a cuyo atractivo paisajístico se suma la enorme importancia ornitológica a través de un fenómeno migratorio sin parangón en el contexto de Europa occidental, así como especies invertebradas únicas del Estado Español y la Unión Europea. En cuanto al LIC-ZEPA “Zona marítimo-terrestre Monte Hacho”, su importancia ornitológica viene definida por su estratégica situación, y cuenta igualmente con tetrápodos terrestres endémicos. También nuestras costas poseen una excepcional riqueza en términos de naturaleza, aunque tenemos un grave problema con especies invasoras para cuya solución, más allá de que es muy difícil erradicarlas y excede nuestro ámbito de actuación, deberemos contar con la colaboración del Ministerio para la Transición Ecológica y de otras comunidades autónomas.
Precisamente el caso concreto del alga asiática, fue uno de los temas que nuestra ciudad expuso en la conferencia 25 de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático celebrada en Madrid, en la que participamos de manera activa. Sus conclusiones nos siguen advirtiendo que el impacto directo sobre los ecosistemas marinos y terrestres, abarcan desde el aumento del nivel del mar en zonas costeras, hasta la supervivencia de especies y poblaciones locales. Todo ello tiene consecuencias sobre la productividad de la economía, infraestructuras, producción de alimentos, salud pública, y biodiversidad. Vivimos por ello, una transición hacia un modelo de producción y consumo de economía circular, de manera que los productos, al final de su vida útil cuando se conviertan en residuos, puedan ser susceptibles de iniciar un nuevo ciclo de vida ya sea mediante su reutilización o su reciclado de alta calidad. Ello es particularmente beneficioso para una ciudad como Ceuta, cuya riqueza no depende de la extracción de sus propios recursos naturales, pudiendo reducir nuestra dependencia del exterior, al tiempo que se generan nuevos empleos basados en la innovación.
La Unión Europea prioriza un gran acuerdo por el Medio Ambiente, y lidera la protección ambiental en su política y sus normas, impulsada por una opinión pública comprometida (según los datos del Eurobarómetro, el 97% de los españoles considera importante proteger el medio ambiente, por encima de la media europea (94%). En España, hace mas de 40 años que el derecho a un medio ambiente adecuado fue recogido por nuestra Constitución en su artículo 45, y en 1996 se creó el primer Ministerio de Medio Ambiente. Actualmente estamos inmersos en un proceso de renovación legislativa, para garantizar el derecho de toda persona a vivir en un medio ambiente que mejore su salud y bienestar, y el deber, individualmente o en asociación, de protegerlo en interés de las generaciones presentes y futuras. También nuestra ciudad ha actualizado recientemente su marco normativo, y en relación a prevención y gestión, nuestro extenso y detallado plan de residuos, ha sido convalidado este mismo año por el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas. La nueva Ordenanza en vigor, supone una profunda revisión que recoge las últimas novedades en materia de régimen local, residuos y procedimiento sancionador. Pero no se circunscribe a un catalogo de prohibiciones con sus correspondientes sanciones, sino que aplica, para conseguir el mejor resultado ambiental, por orden de prioridad, la prevención, reutilización, reciclado, valorización, y eliminación.
Y seguimos contando con movimientos ciudadanos, que exigen compromisos y decisiones en esta materia, permitiendo también la nueva Ordenanza fomentar la colaboración entre instituciones público/privadas para la prevención, divulgación y mejora del medio ambiente, o desarrollar campañas de prevención de generación de residuos o informativas destinadas a colectivos, actividades o zonas concretas. Es necesario continuar promoviendo la información ambiental, y la generación de datos, herramientas e información, para estar en condiciones de preservar un desarrollo sostenible y ecológicamente idóneo, contribuyendo a sensibilizar al público respecto de los problemas medioambientales, y facultarlos para participar en la toma de decisiones en esta materia. Los cambios solo podrán ser abordados desde el ámbito de la mayor concertación posible de la sociedad.