La historia a veces es caprichosa, quizás más que la historia la ignorancia del que escribe. Pero más caprichosa es aún si son los mismos policías nacionales los que se sorprenden al saber que el Cuerpo Nacional de Policía cumple 200 años de existencia.
Cuando uno tiene más de sesenta años y se ha dedicado a la seguridad pública como guardia civil puede presumir de saber un poco de lo que habla, pero cualquier ciudadano que pinte canas sabe que lo que escribo es pura historia reciente de este país.
Pues bien, cuando éramos más jóvenes, no teníamos canas y nos gustaban las canciones de Los Pecos, los policías nacionales se conocían como Policías Armadas.
Eran policías sometidos a un régimen militar y al código penal militar como los guardias civiles. Muchos de sus mandos eran militares de profesión, procedentes de los distintos cuerpos del ejército a diferencia de la Guardia Civil que teníamos mandos propios, no procedentes del Ejercito.
"La Policía Armada tenía un Cuerpo hermano que se conocía como La Policía Secreta, aunque su nombre oficial era Cuerpo Superior de Policía"
Esa anomalía constitucional, ser militares y policías, en plena democracia provocó el nacimiento del Sindicato Unificado de Policía, que aglutinó a otros sindicatos ya existentes que pedían la desmilitarización de la Policía Armada -nombre del Cuerpo en aquella época- y, por tanto, la no aplicación del Código Penal Militar y disposiciones análogas como la pérdida de libertad por sanciones disciplinarias, entre otras muchas reivindicaciones.
Es importante resaltar que Ceuta fue punto de partida de estos sindicatos, en el que destacaron líderes históricos como Bolorino, padre del que muchos años después fue también secretario general en Ceuta del Sindicato Unificado de Policía, sin olvidarnos del muy querido y añorado, Andrés Carrera.
Volviendo al principio, la Policía Armada tenía un Cuerpo hermano que se conocía como La Policía Secreta, aunque su nombre oficial era Cuerpo Superior de Policía, conocidos vulgarmente como Los Chapas porque se identificaban ante los ciudadanos portando una placa que, por aquel entonces, no tenían como identificación los policías uniformados.
El movimiento sindical clandestino nacido en la Policía Armada provocó cientos de sanciones a los sindicalistas y en Ceuta se hizo famoso en la represión contra estos policías un mando militar conocido como Pantojo, escribo de recuerdos y memoria no sé si puedo errar en el nombre, pero se trataba de un mando local que era fuertemente contestado por los policías armados de la época.
Pasado un tiempo de movilizaciones y fruto de ellas, el gobierno legalizó los sindicatos en la Policía Armada y unificó a los policías secretas en el mismo Cuerpo, pasando de alguna manera a ser los superiores de los policías armadas, porque los militares se incorporaron a sus destinos en las distintas unidades de las Fuerzas Armadas, aunque creo que tuvieron la oportunidad de continuar en la Policía si así lo deseaban.
El resultado de estos movimientos dio origen al Cuerpo Nacional de Policía, un cuerpo totalmente civil que resultó de la unión de la Policía Armada, Cuerpo Superior de Policía y los mandos militares que quisieron permanecer en el recién nacido nuevo cuerpo policial.
Esto que escribo es un resumen de lo que los ciudadanos de a pie, los policías y guardias civiles que peinamos canas conocemos de la historia del Cuerpo Nacional de Policía.
Sin embargo, sin saber el motivo, ahora nos sorprenden con una nueva historia del Cuerpo Nacional de Policía que más que una sorpresa es querer reescribir la historia llegando a unir hechos y episodios de hace siglos que son difíciles de asimilar si no aceptamos que estrujar la historia es muy respetable, pero difícil de digerir, como difícil de digerir es que el hombre proviene del mono, aunque muchas personas lo asuman como cierto o probable, porque el mono se parece al hombre, pero ciertamente no venimos del mono hasta que lo decidan en el Boletín Oficial del Estado.
"Formo parte de los guardias civiles y policías que sabemos que somos compañeros, no de aquellos que se ven como rivales"
Dicho esto, quiero continuar expresando mi admiración, agradecimiento y respeto a nuestros compañeros del Cuerpo Nacional de Policía. Agradecimiento, porque aquellos policías nos ofrecieron su ayuda para organizarnos como asociaciones y, por esa razón, siempre les estaré agradecido y les he prestado ayuda cuando un policía lo ha necesitado desde nuestros servicios jurídicos hasta denunciar personalmente cualquier abuso o maltrato a nuestros compañeros del Cuerpo Nacional de Policía.
Termino diciendo que formo parte de los guardias civiles y policías que sabemos que somos compañeros, no de aquellos que se ven como rivales, que tratan de desmerecer al otro cuerpo policial o a sus componentes.
Formo parte de aquellos que cuando ven a un policía piensa que son compañeros y no caeré en el error ni en la propaganda interesada de desmerecer o desacreditar a nuestros compañeros. Lamentablemente esas cosas pasan y también hay que decirlas.