La Comisión Ejecutiva Provincial del
Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE) de Ceuta ya ha aprobado los criterios, baremos y cupos que se aplicarán en
los Planes de Empleo 2022-2023 que la Ciudad volverá a gestionar en exclusiva una vez renunciado la Delegación a seguir llevando las riendas de una parte, como durante los últimos años, para centrarse en políticas activas con mayor calado formativo y evitar el conflicto generado por las retribuciones que ha venido abonando a sus beneficiarios, que la Justicia exige equiparar a las que percibe el personal laboral de la Administración General del Estado.
Para ser contratado en los próximos programas, que se plantean todos de nueve meses de duración, se exigirá llevar al menos dos años empadronado en la ciudad, como en 2015 y 2016, la mitad de lo que se ha reclamado durante los últimos ejercicios.
No haber estado trabajando en ningún Plan de Empleo será valorado con dos puntos
El baremo de selección seguirá primando la antigüedad como parado registrado (a razón de 0,1 puntos por mes más 0,5 por año completo), la existencia de cargas familiares (0,6 por persona dependiente del candidato más 0,6 puntos adicionales en el caso de que sean más de tres) y la formación acumulada (un máximo de tres puntos sumando uno por curso completado en las tres últimas convocatorias).
Los aspirantes que no hayan trabajado en ningún
Plan de Empleo recibirán dos puntos, como en las últimas ediciones de estos programas (en 2016 llegaron a ser cinco); y los mayores de 45 años, uno.
La Ciudad dispondrá de 11,6 millones de euros que deberá destinar a “la financiación de los costes salariales de los trabajadores que, reuniendo los requisitos exigidos, sean contratados para la ejecución de las obras y servicios de interés general y social”.
La cuantía de la subvención tendrá que “sufragar los costes salariales totales, incluida la cotización empresarial a la Seguridad Social por todos los conceptos en la misma cantidad que la fijada para el salario según convenio colectivo vigente”.
El baremo de tiempo en el paro, cargas familiares y cursos realizados se mantiene
El año pasado con casi 12 millones la
Delegación incorporó a 722 desempleados a sus programas con salarios sensiblemente inferiores a los que abonará la Ciudad, que hace años asumió el criterio judicial de equiparar las remuneraciones en estos programas a los de su personal laboral. Así, con 4,9 millones en los Planes 2021-2022 solamente pudo abordar la contratación de 196 personas.
La administración autonómica tiene ahora que presentar al SEPE, que resolverá en la ciudad, los proyectos que desee financiar con esos 11,6 millones de euros, que se dirigirán tanto al ámbito educativo (con alrededor de 120 contratados, entre ellos cerca de una veintena de cuidadores) como al medioambiental, en el que habitualmente se da cabida a perfiles con menos requisitos de titulación académica.
La tramitación burocrática del procedimiento se prevé ágil, pues el Gobierno de Vivas ya tiene ultimadas las propuestas que presentará para que, una vez admitidas, el SEPE inicie la selección de candidatos y publique las listas provisional y definitiva de elegidos. En el mejor de los casos, según las fuentes consultadas por este periódico, los trabajadores adscritos a programas educativos podrían estar en sus puestos “a mediados o finales de octubre” y el resto, durante las semanas siguientes.
Cupos
La Comisión Ejecutiva del SEPE también ha acordado reservar un 7% de los contratos, que presumiblemente rondarán el medio millar, a formalizar para personas con algún tipo de discapacidad, dejar un 4% para víctimas de violencia de género, un 1,8% para drogodependientes y un 1% para ciudadanos en tercer grado penitenciario.
Este año desaparece el cupo de reserva del 15% de las contrataciones que se aplicó en 2020 y 2021 para las personas con demandas de empleo más antiguas inscritas como paradas registradas, así como el del 0,5% que se introdujo también hace dos ejercicios por primera vez para menores tutelados.
Se ha incorporado, sin embargo, uno nuevo que alcanza el 30%, casi un tercio del total, para beneficiarias del proyecto de inserción sociolaboral de mujeres desempleadas que está desarrollando la Ciudad con fondos europeos.
El Ejecutivo local prevé que 1.645 beneficiarias completen durante este mes el itinerario formativo del Programa de Apoyo que para perfilarlas y conseguir la contratación de un mínimo de 351 puso en marcha durante el mes de marzo. Hasta finales de agosto ya lo habían terminado 182 y ocho habían conseguido trabajo. La Consejería de Hacienda del Gobierno regional prevé reunirse con representantes de la
Confederación de Empresarios de Ceuta (CECE) y la Cámara de Comercio para recabar su apoyo en caso de que tengan necesidades de recursos humanos por satisfacer.
Edad, condición de mujer, cargas familiares, discapacidad...
La normativa en vigor establece que los trabajadores que sean contratados para la realización de obras y servicios en programas financiados por Estado como los Planes de Empleo, que este año se vehiculan exclusivamente por la vía de la colaboración con la administración local, deberán ser inexcusablemente “desempleados inscritos en la Oficina de Empleo”.
A partir de ahí, los candidatos se pueden seleccionar teniendo en cuenta diferentes criterios como “mayor adecuación al puesto de trabajo ofertado”; “condición de discapacitado del demandante de empleo”; o “nivel de protección por desempleo de los posibles beneficiarios”.
También se contempla, como ha hecho la Comisión Ejecutiva Provincial del SEPE, que está formada por representantes de las administraciones y de los agentes sociales, valorar la “existencia de responsabilidades familiares, entendiéndose por éstas tener a cargo del trabajador desempleado que se contrata, el cónyuge, hijos menores de veintiséis años, mayores con discapacidad o menores acogidos”. Para terminar, cabe ponderar también “edad y condición de
mujer”.
Entre los programas novedosos que propondrá en sus memorias la Ciudad está el de ‘Comunidades Educativas Abiertas’, para el que se prevé contratar a más de 30 desempleados con en fin de que ejerzan como mentores y encargados de la logística necesaria.
El objetivo del programa es “dinamizar los centros escolares por las tardes para que no solamente el alumnado que estudia en ellos por las mañanas, sino también sus familias y el resto del vecindario, dispongan de un espacio en el que desarrollar actividades de todo tipo, desde educativas hasta culturales o lúdicas y deportivas, así como recibir cualquier forma de apoyo y asesoramiento”.
Los colegios implicados, seis en principio, uno por distrito, se convertirían en motores de sus barrios con propuestas “de refuerzo educativo para los estudiantes que puedan necesitarlo, pero también con programas de alfabetización digital o básica para adultos, clubes de lectura, iniciativas deportivas y lúdicas...”.