El
Círculo de Silencio se ha reunido este miércoles, ya de manera presencial, en la plaza de la Constitución de Ceuta para visibilizar su malestar por las últimas devoluciones de menores
marroquíes a su país, formando parte de un proceso que se llevó a cabo “sin garantías, vulnerando gravemente los derechos de la infancia migrante”, han expuesto.
Han sido más de 56 niños los entregados “en contra de su voluntad” y “sin que las autoridades competentes hayan llevado a cabo los procedimientos individualizados que contempla la ley”. En este encuentro se ha hecho mención también a la situación de los
menores que habitan los recursos temporales buscados por la Ciudad, “que no reúnen las mínimas condiciones de habitabilidad”. Una situación “preocupante”, “de precariedad” y marcada por el miedo a ser devueltos a Marruecos. El Círculo de Silencio ha recordado a los menores pero también a los fallecidos y desaparecidos en la Frontera Sur. Unas muertes que se “han normalizado” al igual que los rescates de personas que intentan llegar al otro lado del Estrecho en condiciones precarias. Son muchas las muertes en la ruta fronteriza e incontables los casos de desaparecidos.
Primera reunión presencial respetando las medidas de seguridad
En esta reunión que ahora se hace presencial y que hasta la fecha ha cumplido con su cita de manera telemática se ha exigido el cumplimiento de la legislación española, recordando la obligación del Estado de velar por el interés superior del menor. Ha exigido que no se reactiven las devoluciones de los niños y que se apueste por la creación de vías seguras para que cesen las muertes en el Estrecho, respetándose por tanto la dignidad de las personas. De igual manera en el Círculo de Silencio se ha mostrado la queja por la decisión del Ministerio de Interior de frenar el real decreto que reformaba el Reglamento de Extranjería. “Es urgente crear una norma que ponga en el centro las medidas de integración, que fomente la inclusión social de los jóvenes, anteponiendo el respeto y protección de los derechos humanos por encima de cualquier divergencia política”.