‘Hermanos moros en las logias: musulmanes en la
masonería en
Marruecos en un contexto colonial 1881-1936’. Sobre este asunto conversó este martes la doctora en Historia por la Universitat Jaume I e investigadora-colaboradora del Centro de Historia y Cultura
Militar de Ceuta, Valeria Aguiar Bobet, también profesora-tutora de la
UNED Ceuta, durante una
conferencia virtual que fue organizada por la Universidad de Costa Rica (UCR), la Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica, la Cátedra Ibn Khaldun de Estudios del Medio Oriente y África del Norte de la Escuela de Estudios Generales de la UCR y la Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África (ALADAA).
Esteban Sánchez Solano, coordinador de la Cátedra Ibn Khaldun de Estudios del Medio Oriente y África del Norte de la Escuela de Estudios Generales de la UCR y coordinador nacional de ALADAA Costa Rica, fue el encargado de dar la bienvenida a la actividad, cuya intención era “discutir diversos fenómenos en los que está involucrado el mundo árabe o el mundo islámico y la inserción de la masonería en un proceso colonial que se vive en el norte de África y particularmente en el caso de Marruecos, y que encaja en el análisis que se puede hacer de esta realidad”.
Sánchez Solano se refirió a la gran cantidad de trabajos planteados en esa línea, incluyendo precisamente el de la conferenciante invitada.
Para iniciar su intervención, Aguiar Bobet agradeció la oportunidad de poder presentar una investigación hecha durante años sobre los masones musulmanes en el contexto colonial en el que Francia y España instauran el Protectorado en Marruecos.
Hizo referencia a la inserción en las logias de masones marroquíes, así como el abordaje general de los musulmanes en la masonería en Marruecos en un contexto colonial. Igualmente, habló de los diferentes conocimientos sobre la masonería, el marco general de lo que supuso. Abordó el impacto en diferentes contextos y en específico en el español.
Fue un encuentro amistoso pero repleto de condicionantes internos y externos
Aguiar Bobet se metió de lleno en la historia de la masonería de Marruecos y cómo se planteó la inclusión, abordando aspectos generales y particulares.
Habló no de una masonería nacional, sino colonial, impuesta por una institución que proviene de una metrópolis que coloniza, agregando que no es un caso exclusivo de Marruecos. Asimismo, comentó que el imperialismo y el colonialismo hicieron que la masonería se expandiera por todo el globo.
Abordando las masonerías coloniales, dijo que se van a encargar de dos aspectos, el primero de ellos una labor de civilización, “de educar al bárbaro e incivilizado para poder atraerlo a su precepto”, y en segundo lugar respecto a “aquellos nativos más preparados incluirlos en su seno”, siendo diferente en cada contexto, en algunos iniciándose más rápido que otros y donde fue más fácil la anexión.
Entre los datos que ofreció, comentó que la masonería francesa como agente colonizador no va a iniciar a musulmanes, sino que hará muchísimos trabajos para educar y mejorar las condiciones de vida de la población musulmana, siendo además unos de los primeros en potenciar la formación de mujeres musulmanas, lo que no sucede en la masonería española.
"El temor de una nueva sublevación y la inestabilidad de la República primó"
Sobre la especificidad de la masonería española en Marruecos, recordó que España y Marruecos “son vecinos geográficos de siempre, esto ha implicado que haya un pasado común, unas historias comunes en diferentes momentos, no siempre negativas, sino también positivas, y la cuestión de es ese pasado común va a determinar el discurso masónico”.
También agregó que 1881 data como fecha de la primera logia hispano-marroquí, lo que indica el primer documento oficial aunque antes hubo actividad y que “la masonería se convierte en un agente colonizador, en un agente de pacto en muchos contextos coloniales, pero en España en concreto porque implicaba un espacio mucho más neutral donde se podían tener elementos comunes entre los iniciados”.
Asimismo, planteó algunas de las conclusiones a las que pudo llegar tras un largo recorrido, entre ellas que “el imaginario cultural español hacia el moro primaría a pesar del discurso masónico inclusivo”, y lo haría “en los textos, en las acciones e incluso en el debate en torno a los nacionalistas marroquíes”.
Señaló que Al-Andalus “es una categoría de análisis imprescindible para entender las identidades en juego”, a las logias como agentes de pacto, con su instrumentalización de sus redes, y se refirió a la percepción de la masonería española por parte de los oriundos con más flexibilidad que el imperialismo francés.
“El temor de una nueva sublevación y con ello la inestabilidad de la República siempre primó ante cualquier demanda de los oriundos de Marruecos; la política de las autoridades españolas siempre estuvo supeditada al mantenimiento del status quo y a los intereses de otras potencias, especialmente Francia; y la desidia que existió durante toda la ocupación española en Marruecos, en la que se intervenía pero no interesaban los asuntos del Protectorado”. Estas también fueron parte de las conclusiones.
Para cerrar, señaló que “hubo inclusión en las logias, se incluyeron esas alteridades, esas diferencias, un encuentro particular en las logias hispanas entre alteridades, un encuentro amistoso pero repleto de condicionantes internos y externos que en el complejo contexto colonial y político de los años 30 se traduciría en la subordinación de la condición masónica a los intereses personales y políticos españoles, y en el caso de los marroquíes a un incipiente movimiento nacionalista que iría ganando la batalla en décadas siguientes, en concreto en 1956”.