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El afamado chef Dar Moha llenó el Revellín para ofrecer una Master Class al clásico estilo televisivo. El cocinero creó una receta para la ocasión con la que quiso rendir su particular homenaje a Ceuta
El Revellín a ‘rebosar’ no es una imagen de la que podamos disfrutar a diario. Colas para entrar, bullicio previo al comienzo del acto, idas y venidas de los asientos, y vida, el Auditorio resurgió de las cenizas y ayer se ‘alimentó’ de una vitalidad que lo mantuvo activo y vibrante durante aproximadamente una hora. Fue una estampa que quedará para la memoria, un hito que no marcó ninguna actuación teatral ni musical pero que no por ello es menos artística, ya que el arte culinario, incluso, sube de escalafón, es patrimonio, es folclore, es la gente de un país y sus costumbres, y ayer en el Revellín se olía a Marruecos, a sus esencias, sus especias tildadas de un fuerte olor que despiertan las glándulas salivales y abren un agujero en el estómago. Se creó una nube que llenó hasta el más recóndito rincón de las instalaciones y transportaron a los presentes hasta las inmediaciones del país vecino sin tener que moverse de sus asientos. El aclamado y conocido chef Dar Moha abrió la puerta hacia una ruta por la riqueza y diversidad de la culinaria marroquí.
Y, entonces, apareció él, un hombre de corta estatura y apariencia agradable que sin decir nada, acalló al público y concentró todas las miradas. Plantado tras esos fogones que transformaron las tablas del Revellín al estilo de plató de ‘Arguiñano’ estaba el que se ha coronado como el férreo defensor de la cocina marroquí, el chef del que dicen los expertos, es el más relevante y carismático del país magrebí. Dar Moha estaba preparado para dar lecciones de cocina. Pero antes felicitó el año a los presentes y gastó la primera de las bromas con la que rompió y el hielo y llenó de carcajadas el espacio. Intentó arrancarse en español, pero ante varios intentos algo fallidos pasó al terreno que domina, y entre francés y dariya, con algún guiño al español comenzó la primera de las recetas. Todas ellas preparadas especialmente para la ocasión.
Moha quiso que los platos presentados pudiesen ser elaborados facilmente desde casa, por ello eligió, para todos, ingredientes que se puedan encontrar de forma asequible en el mercado. Cus cus con pescado fue el primero con el que cargó de un fuerte olor a marisco el ambiente y le abrió el apetito a más de uno. La sorpresa llegó con su particular homenaje a Ceuta, una receta de corazones de pollo y arroz negro, creada exclusivamente con motivo de su visita a la ciudad. Moha dejó patente su merecida fama y versatilidad en el control del arte culinario. El chef dotó a cada plato de una creación de elegancia en la que fusionó los tradicionales sabores de Marruecos con la interacción de otras cocinas del Mediterráneo. Con presentaciones exquisitas el chef elaboró unos variados platos en los que el grado de dificultad quedó diezmado por la simplicidad de sus explicaciones.
Cocínalo en casa: los platos
Si no tuviste la oportunidad de asistir a la Master Class del conocido chef o eres de los tantos que se quedó sin entradas, puedes consultar el vídeo elaborado por FAROTV de la demostración del cocinero a través de www.elfarodeceuta.es o nuestros canales de redes sociales, y seguir paso a paso las indicaciones de Moha. A continuación, un adelanto de los cinco platos con los que ayer deleitó al Auditorio: Cus cus de pescado, corazones de pollo con arroz negro, alubias blancas con calamares, tangia, pastela con bogavante y limones confitados. La intención de Moha fue elaborar platos cuyos ingredientes fuesen de fácil acceso, y que todo el mundo que desee ponerse en los fogones pueda encontrarlos en el mercado. Se basó en los productos de la tierra con los que innovó las tradicionales recetas marroquíes. Por ello cambió la carne del cus cus por el pescado, tan arraigado en Ceuta, o el bogavante en la pastela. Así como con los corazones de pollo, señal culinaria de la ciudad, quiso hacer su particular homenaje a la tierra caballa.