La ciudad autónoma despidió ayer formalmente al que ha sido jefe superior de la Policía Nacional en Ceuta durante el último año y medio. Javier Nogueroles, ya nuevo jefe de la División de Formación y Perfeccionamiento del Cuerpo, vuelve a Madrid dejando tras de sí el recuerdo merecido de un servidor público ejemplar que en los 18 meses que ha estado aquí ha hecho mucho más que dicho.
El aplauso unánime que ha generado su adiós y la presencia de todos los estamentos de la sociedad ceutí (desde los representantes políticos de la Delegación y la Ciudad hasta la judicatura pasando por la Fiscalía, referentes sociales y empresariales, etcétera) en el acto que se celebró en el hotel Puerta de África es buena prueba del reconocimiento que ha recibido su forma de trabajar.
También el respaldo que le brindaron sus compañeros, con los que no dudó en compartir, como buen jefe, los parabienes que le han llovido, agradecimiento que hizo extensivo al resto de instituciones y entidades que han contribuido al mejor desempeño de su plantilla en la complicada etapa con la que le tocó lidiar en Ceuta, marcada por la guerra de bandas que logró meter en cintura con la ‘Operación Plomo’ y el esclarecimiento de crímenes que conmocionaron a todos los caballas.
“Se va el mejor, el número uno, pero asciende al máximo nivel y allá donde vaya va a defender a Ceuta”, dijo con acierto Vivas de Nogueroles, cuya figura debe ser un ejemplo para quien le sustituya al frente de la Policía Nacional, pero también para cualquier otro empleado público por “dedicación, profesionalidad, lealtad, trabajo y entrega”, como ensalzó el delegado de sus principales virtudes.